LaLiga2, nueva denominación para la Liga Adelante, combina una categoría plagada de históricos del fútbol español con clubes que jamás han pisado la elite, aunque eso no es sinónimo de tener menos nivel, tal y como han evidenciado los ascensos en las últimas campañas del Eibar y el Leganés. El Mallorca es un peso pesado de esta Segunda División por tradición y trayectoria ya que, de hecho, ocupa la cuarta plaza de los que conforman esta competición -decimooctava absoluta- en la llamada clasificación histórica del balompié nacional, solo por detrás del Zaragoza -novena-, Valladolid -decimotercera- y Oviedo -decimoséptima-.
De hecho, hay hasta catorce clubes que han estado en Primera División. Hay que añadir, por orden de número de puntos, al Rayo, Elche, Getafe, Tenerife, Levante, Cádiz, Almería, Córdoba, Numancia y Nàstic. Es evidente que el Sevilla estaría por delante de todos ellos en esta particular lista, pero en esta Segunda División jugará su filial y no el primer equipo.
Hay ocho equipos que no conocen la máxima categoría, aunque sí la división de plata, como el Mirandés, Lugo, Girona, Alcorcón y Huesca. Los otros tres, incluyendo al segundo equipo del Sevilla, son el Reus y el UCAM de Murcia, que vivirán su primera experiencia en el fútbol profesional. Los tarraconenses llevaban muchas temporadas en Segunda B con la intención de dar el salto, hasta que lo consiguieron el pasado mayo tras una brillante campaña, en la que quedaron campeones del grupo tercero y, en la eliminatoria de campeones, apearon al Racing de Santander.
Los pimentoneros, por contra, tienen una trayectoria mucho más corta ya que el club se refundó en 2011 como Universidad Católica de Murcia y su llegada a la Liga2 se produce después de apenas dos años en la categoría de bronce.
Los recién descendidos Getafe, Rayo y Levante parten como favoritos para estar arriba en la clasificación, pero la experiencia dicta, tal y como vivió el Mallorca en sus propias carnes hace tres cursos, o el Almería en el pasado, que venir de Primera no garantiza mandar en Segunda. Ni mucho menos. Estas tres entidades poseen un mayor músculo económico y quieren volver con los mejores lo antes posible, pero no son los únicos.
El Mallorca, Zaragoza, Valladolid, Oviedo, Elche, Córdoba, Girona, Alcorcón, Almería, Nàstic y Tenerife también aspiran a transitar por la zona alta de la clasificación, aunque no hay que descartar al Mirandés o el Lugo. Y un dato a tener en cuenta. Venir de la Segunda B no es sinónimo de sufrir. El Cádiz tiene en el Nàstic un gran ejemplo de que sin tocar demasiado la plantilla puede competir con solvencia en la Segunda División. Eso sí, sobre el papel, los andaluces, junto al propio Reus, Sevilla B, UCAM Murcia y Huesca están llamados a luchar por evitar el descenso, junto a otros equipos que ahora no entran en esa quiniela.
El Mallorca visitará tres veces la Comunidad de Madrid -Alcorcón, Rayo y Getafe-, dos veces la provincia de Tarragona -Nàstic y Reus-, cuatro veces Andalucía -Córdoba, Sevilla B, Almería y Cádiz- y en tres ocasiones se desplazará a Castilla y León -Valladolid, Numancia y Mirandés-. Los rojillos comparten la denominación de equipo insular con el Tenerife de Pep Lluís Martí, que también ambiciona la Primera División. LaLiga2 arranca el 21 de agosto, queda todo por hacer, pero el mapa de la competición está definido. Y promete.
