El Real Mallorca cuenta con un grupo de jugadores jóvenes que, como cada verano, tratarán de instalarse en el primer equipo. El salto nunca es fácil y algunos futbolistas lo intentarán por segunda vez. Para varios de ellos será su última oportunidad. Otros tienen cerradas las puertas definitivamente.
En Son Bibiloni hablan muy bien de Hugo Gómes y Lima, dos de los tres brasileños que el pasado verano fichó Utz Claassen como promesas de talla mundial y acabaron jugando en el filial porque se había superado el número de extracomunitarios. El club valora el compromiso y la profesionalidad de ambos en una situación muy comprometida para ellos, pero ninguno de los dos repetirá experiencia en la isla acabado su año de cesión.
Gómes, central de 20 años, y Lima, extremo de 19, tuvieron mucho protagonismo a las órdenes de Javier Olaizola. Carioca, el tercer brasileño, fue despedido en octubre por indisciplina.
Hay otros tres futbolistas que ya han puesto un pie en el primer equipo y cuyo futuro en la disciplina bermellona está en el aire. James termina su vinculación con el Mallorca el día 30 y se encuentra en plena negociación para renovar. El club apuesta por el guineano, que la pasada temporada tuvo bastante protagonismo en el primer equipo a las órdenes de Pepe Gálvez. Sin embargo, la llegada de refuerzos en su posición en el mercado de invierno le cerró la puerta.
Tià Sastre tiene contrato en vigor y su futuro depende de Fernando Vázquez, que decidirá si hace la pretemporada con el Mallorca o se le busca una salida. El pasado mercado de invierno el centrocampista mallorquín se fue cedido al L'Hospitalet buscando los minutos que no tenía en el primer equipo.
En tierras catalanas encontró una cierta regularidad, pero hay que esperar para saber si esta vez Sastre se afianzará en la disciplina bermellona.
En cuanto a Cedric, el club esperará a que se recupere definitivamente de la rotura de ligamentos cruzados que se produjo el pasado noviembre cuando jugaba cedido en el Valencia Mestalla. El nigeriano tuvo que despedirse entonces del filial valencianista y de la temporada, y a día de hoy sigue recuperándose.
El delantero tiene contrato y el Mallorca tomará una decisión cuando se haya recuperado completamente. Antes de la lesión se le auguraba un gran futuro.
Finalmente, Mateu Ferrer renovó automáticamente con el filial cuando subió a Segunda B. De este modo, el 'pichichi' de toda la Tercera División el pasado curso seguirá a las órdenes de Olaizola con la esperanza de tener alguna oportunidad en el primer equipo.
