-Han pasado diez días. ¿Ya se le ha ido el susto?
-En realidad solo estuve asustado diez minutos. Fui a Valladolid con la seguridad de que íbamos a ganar. Pero después del 1-0, esos diez minutos hasta el empate fueron duros.
-¿Ya tiene claro por qué una plantilla superior a la media de la categoría estuvo a punto de descender?
-Una cosa es lo que puede parecer, y otra cosa lo que realmente es. Después de 42 jornadas la clasificación no admite engaños. Estábamos para algo más, no éramos un equipo para estar abajo. Pero recibes lo que consigues. Tenemos que mejorar el equipo para el año que viene y nunca más volver a pasar hambre, como en ´Lo que el viento se llevó´.
-¿Por qué hubo tanta diferencia entre el Mallorca de Son Moix y el de fuera?
-Si hubiera estado todo el año podría decirlo exactamente. Pero llegando en el mes de enero no es fácil. Así que mi análisis no es del todo correcto. Se habrían conseguido mejores resultados con un único entrenador toda la temporada. Cambiar de técnico nunca es bueno y puede que afectara al equipo.
-Si pudiera volver a aquel mes de enero, ¿qué cosas cambiaría?
-En el fútbol no te puedes arrepentir. Tampoco creo que me haya equivocado mucho. En algunas cosas sí, evidentemente. Llegué con una idea de fútbol, estuve jugando así cuatro o cinco partidos y posteriormente, con las incorporaciones el equipo pegó un poco de evolución. No sé si eso fue para mejor o para peor. Quizá de haber seguido con un fútbol más directo habríamos tenido mejores resultados.
-Maheta Molango evita decir que el objetivo la próxima temporada es el ascenso. Usted en cambio dice claramente que hay que pelear por subir.
-Ese es mi objetivo y el del Mallorca. Ahora bien, no va a ser fácil. Los equipos que descienden de Primera lo hacen con una ayuda económica impresionante y les da una ventaja de inicio. Aunque sabemos que el dinero no construye un equipo. Confío en mi trabajo y en hacer un equipo súper competitivo para estar en la parte alta de la clasificación al final de la temporada. Eso no significa que no lo vayamos a pasar mal en según qué momentos. Para ascender hay que ganar veinte partidos de 42. Si todos empujamos las posibilidades serán como las de cualquiera.
-En todo caso imagino que usted no protagonizaría una campaña similar a la del ´I tu, puges?´.
-Soy consciente de la dificultad, pero tienes que pensar alto para llegar lejos. El equipo tiene que saber desde el inicio que va a estar súper exigido. Los jugadores tienen que entender lo que tienen que dar y lo que se les exige.
-¿Qué pensó cuando el equipo estaba con el agua al cuello y Joan Oriol pidió públicamente una mejora de su contrato?
-Hablé con él. Hay cosas que están mal, aunque tengas razón. No puedes airear públicamente ese tipo de cosas. Pero con Oriol está todo arreglado y espero que sea un jugador importante la próxima temporada.
-Entonces Joan Oriol se quedará seguro.
-Sí, tiene contrato y no creo que haya problema.
-¿Cree que ha faltado profesionalidad en la plantilla en algún momento?
-No, el de Oriol ha sido un tema puntual. Creo que el grupo era extraordinario, entregado y disciplinado. Cuando no se consiguen resultados se tiende a pensar en cosas como falta de actitud o profesionalidad. No dieron más porque no daban para sacar mejores resultados. Punto.
-¿Faltó calidad?
-Somos de Segunda División y tenemos calidad de Segunda División. Lo que le faltó al equipo fue más jugadores en el centro del campo. Ya lo reconocí hace tiempo. En diciembre dejamos marchar a Javi Ros, quisimos fichar ahí y nos quedamos cortos. Sobre todo después de que situara a Yuste como central -que ahí seguirá el año que viene- nos quedamos solo con Damià y Sissoko para el centro del campo. En la sala de máquinas es donde tuvimos más problemas.
-¿Dice que Yuste se va a quedar como central?
-Sí, ya lo he hablado con él. A la hora de confeccionar la plantilla pasa a engrosar el número de centrales y no de centrocampistas. Él está de acuerdo.
-¿La idea será seguir jugando a la contra?
-Vamos a ver. Con el paso de las jornadas cambiamos la forma de jugar. Yo no renuncio a nada, pero quiero que mi equipo defienda bien. Busco un equipo que técnicamente no sea inferior y sea capaz de llevar el peso del partido.
-¿Quién va a tener la última palabra en materia de fichajes? ¿Molango, el director deportivo que venga o usted?
-El entrenador, siempre. En estos momentos yo soy un trabajador más de la secretaría técnica y si tenemos dos o tres opciones, decidiré yo.
-¿Va a tener un ayudante?
-Sí.
-¿Quién? ¿Manuel Pombo?
-No. Pombo es preparador físico, no segundo entrenador. ¿Tan importante creen que es para mí un ayudante? Siempre me preguntan por lo mismo. Yo aquí ya tengo un equipo técnico con Jaume Moll y Miki Garro, que son mallorquines. Parece que no los valoren. Pero sí, tendré un ayudante.
-Usted considera que para ir bien hay que sumar 65 puntos, marcar más de sesenta goles y encajar menos de 30. ¿Y eso cómo se consigue?
-´Just do it´ (risas). Hay que tener sesenta goles en el equipo. Cuando ficho procuro que estadísticamente el equipo tenga esa cifra. Los goles no se inventan, siempre los hacen los mismos jugadores. Contando con todos los futbolistas de la plantilla, tengo que tener sesenta goles.
-¿Quiere una plantilla corta o larga?
-Lo ideal sería corta, pero lo voy a tener complicado.
-¿Por qué?
-Porque ya tengo doce o trece jugadores con contrato. Algunos seguirán y otros no. Pero aún así quedan bastantes. Mi objetivo es ascender y los jugadores nunca estorban. Si tengo que tener 21, pues tendré 21. Sin contar con los porteros. La mayoría de los jugadores que tienen contrato seguirán. Y si cometemos algún error, lo podremos corregir en diciembre.
-Parece evidente que Coro y Tobías son dos de los jugadores con contrato con los que no cuenta. ¿Qué otros futbolistas no seguirán?
-El club dará una lista con esa información. La haremos pública.
-¿Cuenta con Timon?
-Buscamos un portero. Timon no pertenece al Mallorca y nunca me ha dicho que quiera quedarse. Entiendo que pertenece al Schalke.
-¿Con Óscar Díaz también cuenta?
-Sí, claro.
-¿Le gustaría que Pereira continuara?
-Sobre los jugadores sin contrato prefiero mantener cierta prudencia.
-Ha sido indiscutible para usted y para todos los entrenadores que le han precedido. Entiendo que le gustaría que se quedara.
-Si ha jugado con todo el mundo será por algo. En fútbol a veces no juega el más perfecto o el mejor, sino el más adecuado. No tiene que ser un superdotado para jugar en el Mallorca.
-Ahora que el Córdoba ha terminado la temporada, ¿se acelerarán las negociaciones por Xisco Jiménez?
-Que yo sepa el Mallorca no le ha trasladado ninguna oferta. Es una posibilidad, pero ofertas no tiene todavía. Es un chico de aquí, buen jugador y está en el aire.
-¿Imagina una delantera formada por Xisco y Ortuño la próxima temporada?
-Me podría imaginar eso o algo mejor. No sé, no tengo claro lo que va a pasar.
-¿Cuántos refuerzos vendrán?
-Calculo que siete u ocho, porteros aparte.
-Una cifra modesta comparada con los quince que llegaron el pasado verano.
-Un equipo crece cuando hay una base a partir de la cual ir modificando. Hacer un equipo nuevo cada verano me parece una locura.
-¿Cuántos refuerzos habrá por demarcación?
-De inicio pensamos en un portero, dos centrales, cuatro jugadores para el centro del campo y uno o dos delanteros.
-Cuando llegó al banquillo dio bastantes oportunidades a Acuña. ¿Le gustaría contar con él para la próxima temporada?
-Acuña es un chaval espectacular. Es un 10 como persona, por su manera de entrenar, por su alegría... Es un gran compañero. De lo mejor que he conocido. Su entrega es indiscutible...
-Pero no ha marcado ni un gol.
-Exactamente. Esa es la razón que le di para que entendiera que tenía que dejar paso a otros. Y él lo entendió perfectamente. Merece mi aplauso.
-Aveldaño es un futbolista que lo ha jugado casi todo esta temporada y que ha terminado su cesión. ¿Le interesa tenerle un año más?
-Me dice el Mallorca que tiene contrato con su club [Belgrano] y que hay que pagarle una cantidad importante. En principio estoy pensando en otras opciones, aunque tengo una conversación pendiente con él.
-¿A él le gustaría quedarse?
-Yo creo que sí, pero su situación está en el aire y tengo prisa por asegurar las cosas. Es como en el caso de David Costas. Si quiere venir me lo tiene que decir con cierta velocidad, no podemos esperar mucho. A la vuelta de las vacaciones entrenaremos aquí una semana y después nos iremos a la pretemporada. Para entonces tenemos que tener las cosas más o menos claras.
-¿A dónde van a ir?
-Lo estamos mirando. Quizás Holanda o los Pirineos.
-¿Cree que después de la segunda mala vuelta que hizo el equipo se va a tener menos paciencia con usted?
-¿Segunda mala vuelta? No fue la esperada, pero sacamos treinta puntos...
-Ya, pero la realidad es que han estado a un suspiro de bajar a Segunda B.
-Eso es otra cosa. Conmigo el equipo hizo treinta puntos. Eso es casi puntuación de ´play-off´ si lo extrapolamos a toda la temporada. Yo vine aquí a salvar al equipo. Reconozco que pensaba que se salvaría con más solvencia, no fue posible. ¿Que se me va a pedir más? El objetivo lo estoy poniendo yo. Nadie me va a poner más presión que yo mismo. Yo ya soy consciente. Vengo aquí para llevar al Mallorca a Primera División, sino no estaría aquí. Esta vez tendré la ventaja de estar aquí haciendo pretemporada.
-Usted llegó aquí generando unas expectativas. Vino Fernando Vázquez, no un desconocido.
-Vale, pero no soy un mago. Yo también soñé con salvarnos de una manera más solvente. Hubo un partido clave, la derrota contra el Bilbao Athletic. Una campaña viene marcada por determinados partidos. Yo nunca me quejé de nada. Por ejemplo, jugué sin Costas, tuve otras bajas de muchos jugadores y no dije nada.
