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Preferiría no hacerlo

Grotesco Claassen

Uno se pregunta qué necesidad tenía Utz Claassen de marcharse haciendo el ridículo. A través de un anuncio de pago en un periódico local, con nocturnidad y alardeando de haber salvado al Mallorca de la desaparición. Los logros del alemán -que alguno ha cosechado- quedaron emborronados hace tiempo por el papelón que ha protagonizado desde que traspasó la propiedad al grupo de Sarver. La vanidad ha podido con un presidente que jamás supo delegar, escuchar y empatizar con el entorno. La vanidad le llevó a nombrar director deportivo a Miquel Àngel Nadal con el único propósito de hacerse un par de fotos con su sobrino. Y fue la vanidad la que le empujó a aferrarse al cargo para pasar a la historia como el presidente del Centenario.

Inexplicable abdicación

La situación de Claassen era insostenible. Repudiado por el mallorquinismo, abdicó de las responsabilidades que conllevaba el cargo y se distanció de un club por el que había perdido casi todo el interés. La investigación de sus finanzas por parte de las autoridades fiscales españolas y alemanas, destapada por este diario, fue la gota que colmó el vaso; ya no le quedaba otra salida que anunciar su dimisión. El alemán lo fue todo en el club al que llegó en noviembre de 2010 de la mano de Serra Ferrer y Jaume Cladera. Gestionó razonablemente bien, pero metió la pata cuando se puso a jugar a ser director deportivo. Sus caprichos e injerencias en una parcela en la que nadie salvo los profesionales debería meter las narices estuvo a punto de llevar al Mallorca a un dramático descenso a Segunda B. El alemán se sentará en el Consejo de Administración, pero ya es historia.

Elegante adiós de nadal

Ha sido una buena semana para Maheta Molango, que también se ha librado de la incómoda presencia de Nadal. Al manacorí le venía grande el cargo de director deportivo, pero al menos se ha marchado sin dar un espectáculo, haciendo autocrítica y guardando un elegante silencio en lo referente a las antiguas interferencias de Claassen en su trabajo. Es el turno del consejero delegado, que ganará mucha credibilidad si nombra a un secretario técnico con galones y experiencia, y no a un profesional de perfil bajo fácilmente maleable. Molango siempre pregona la necesidad de acabar con los personalismos en el Mallorca. Separar el área deportiva y la de gestión será una garantía de que no volverá a haber en el club reyezuelos embriagados de poder.

Sonrojante 'caso de gea'

La presunción de inocencia se inventó para los futbolistas, sobre todo si hay una Eurocopa de por medio. No hay gremio más ridículamente corporativista que el de los jugadores, así que todos hacen piña en torno a David De Gea mientras se van conociendo detalles del caso de explotación sexual en el que dos testigos protegidas implican al portero y a Iker Muniain. La conversación por Whatsapp entre una de las denunciantes y De Gea no vale para meter en la cárcel al guardameta, pero sí para expulsarle de la concentración de la selección de inmediato. Eso no va a suceder, claro. Hay que proteger a toda costa al jugador y de paso sembrar todo tipo de sospechas en torno a las denunciantes. Para ello es imprescindible la complicidad de unos cuantos periodistas que han perdido la vergüenza.

Favoritismo precario

España es favorita al título en la Eurocopa de Francia porque sus triunfos en las dos últimas ediciones imponen mucho respeto, pero la realidad es que no hay demasiadas razones para pensar en una nueva gesta. La selección debuta hoy en el torneo escasa de referentes y calidad, y con un entrenador desprestigiado por el batacazo del Mundial de Brasil. Casi todo dependerá del hambre de gloria que demuestren los jugadores.

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