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Preferiría no hacerlo

La hora de Molango

El consejero delegado cuenta con un respaldo social mayoritario, pero si quiere conservarlo va a tener que pasar a la acción y romper con el pasado

Las horas posteriores a la consecución de la permanencia deja un leve sentimiento de culpabilidad por celebrar un objetivo tan pírrico y muchas dudas acerca de lo que sucederá en el futuro. La pelota se ha instalado en el tejado de Maheta Molango, y allí permanecerá durante casi tres meses en los que debe arrancar las malas hierbas y sentar las bases sobre las que edificar el Real Mallorca 2016/17. El absoluto fracaso con el que se ha saldado el presente curso obliga a una regeneración total en el club y en el vestuario. Utz Claassen, Miquel Àngel Nadal y Fernando Vázquez capitalizan este fiasco. Los tres han tenido su papel y los tres han perdido todo su crédito. Su continuidad compromete seriamente el futuro proyecto.

una personalidad contradictoria

Molango sigue siendo una figura desconcertante en este Real Mallorca. Tiene carisma y transmite mucha seguridad en sí mismo, pero a la hora de tomar decisiones es tímido y acomodaticio. Cuenta con el apoyo de gran parte de los aficionados porque ven en él a un profesional capaz de romper con el pasado, independientemente de apellidos y trayectorias. Y sin embargo, seis meses después de acceder al cargo se ha limitado a dejar pasar el tiempo. Sus palabras de apoyo a Fernando Vázquez después de conquistar la permanencia matemática son un mal presagio sobre por dónde van a ir los tiros este verano. El respaldo social con el que cuenta es un capital muy valioso, pero para conservarlo va a tener que pasar a la acción. El fútbol exige resultados, dentro y fuera del terreno de juego.

Hasta nunca

Los más de 600 hinchas del Mallorca que animaron a los futbolistas en el Nuevo Zorrilla lo hicieron a cambio de no volver a ver a la mayoría de ellos nunca más. Los jugadores han sido los grandes responsables de este despropósito, y los gritos y las expresiones de júbilo que salieron de su vestuario al término del encuentro estaban de más. Se salvaron porque tuvieron la fortuna de acabar con un rival que ya estaba de vacaciones; nadie duda de que el Mallorca habría capitulado ante un adversario competitivo. Un año más hay que hacer tabla rasa en el vestuario. No valen ni los jugadores que acaban contrato ni muchos de los que lo tienen en vigor.

Una figura capital

Jugadores de la casa, de fuera, de Primera, de Segunda, jóvenes, veteranos, con o sin currículum... Con hambre. Así tienen que ser todos los futbolistas que se unan al proyecto bermellón en las próximas semanas, pero antes que nada hay que saber a qué quiere jugar el Mallorca y por qué objetivo peleará. El trabajo del director deportivo es más importante que nunca y Molango ya tendría que haber contratado a uno. Steve Nash y él mismo van a supervisar todas las operaciones en el capítulo deportivo, pero van a necesitar a un profesional que acredite ojo y un buen conocimiento de la categoría. Fichar a Messi es fácil; contratar a Szymanowski muy difícil.

Lágrimas por el mexicano

Una muerte en el circuito cada cierto tiempo nos recuerda hasta qué punto arriesgan su vida los pilotos de motociclismo. La moto es adictiva y cada vez más segura, pero no existe el riesgo cero. Esta vez le tocó el turno a Luis Salom, subcampeón del mundo de Moto3 en 2012 que a sus 24 años crecía y aprendía en su tercera temporada en Moto2. El mallorquín se dejó la vida en la pista de Montmeló y encogió el corazón de todos los aficionados y practicantes de este peligroso deporte. Fue una de esas caídas -extraña y todavía por explicar- que acabó en tragedia. Salom fue un piloto valiente, a la altura de lo que exigía su gran pasión, hambriento de gloria y siempre sonriente ante la vida y el deporte. Descanse en paz.

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