El Real Mallorca no va a tener que preocuparse del capítulo económico durante mucho tiempo. El desembarco del grupo de inversores norteamericanos capitaneados por Robert Sarver vino acompañado por una inyección económica de 21 millones de euros.

El cambio de propiedad se formalizó el 4 de enero mediante el traspaso del ochenta por ciento de las acciones del Mallorca que estaban en poder de Utz Claassen al grupo liderado por el dueño de los Phoenix Suns, casi todos ellos directivos de esta franquicia de la NBA. Su primera decisión fue situar a Maheta Molango al frente de la gestión diaria del club. Desde su cargo de consejero delegado, este suizo de 33 años tiene la última palabra en el área deportiva y económica de la entidad balear.

El cambio en el accionariado inició la lenta desaparición de la escena de Claassen. El alemán únicamente conserva a día de hoy el cinco por ciento de los títulos, y solo apareció en el palco el 5 de marzo para presidir el partido del Centenario y dejarse ver junto a Sarver.

Pretextando motivos de salud, el todavía presidente del Mallorca ha abdicado de su funciones de representación en partidos, desplazamientos del equipo y actos institucionales. Ni siquiera presidió el último Consejo de Administración que celebró la entidad balear hace algo más de una semana.

En el Mallorca se da por hecho que el alemán abandonará formalmente su cargo en breve. Se le reconoce el mérito de haber abierto las puertas de Son Moix a una propiedad solvente, pero lo cierto es que nunca ha tenido buena sintonía ni con los norteamericanos, ni sobre todo con Molango. Tampoco está nada claro que Miquel Àngel Nadal vaya a seguir ejerciendo como director deportivo. Relegado a un papel muy secundario desde enero, el manacorí espera acontecimientos en breve. j. b. Valladolid