Hay que hacer un verdadero acto de fe para creer que el Real Mallorca firmará la permanencia esta noche en el Nuevo Zorrilla. El grupo de Fernando Vázquez ha insistido en hacerlo mal hasta el final, así que no depende de sí mismo para certificar la salvación. Perdió ese privilegio el pasado domingo, cuando perdió ante el Córdoba en otra lamentable actuación.

Ganar a un Valladolid que no se juega nada elevaría considerablemente las opciones del Mallorca, pero aún así necesitará que el Almería o la Ponferradina tropiecen en sus respectivos partidos ante el Córdoba y el Girona, dos equipos que usarán su última bala para tratar de meterse en el ´play-off´. Andaluces y catalanes están en el mejor momento del curso, lo que infunde ciertas esperanzas en la parroquia rojilla.

Es el partido más importante de la historia moderna del Real Mallorca, que está a noventa minutos de salvarse o de volver a una categoría en la que no milita desde la temporada 1980/81, hace nada menos que 35 años. La propiedad norteamericana ha garantizado la continuidad del proyecto en caso de descenso, aunque el club dejaría de ingresar más de seis millones de euros en concepto de derechos de televisión.

Es posible que Fernando Vázquez haga algún retoque en el once titular. Brandon podría alinearse de inicio en detrimento Salomao. También regresará al equipo Timon, que la pasada jornada cumplió un partido de sanción.

La victoria del Mallorca es innegociable en Valladolid. Teóricamente el conjunto de Alberto López jugará sin demasiada tensión competitiva después de que la semana pasada atara la permanencia matemática. En las últimas horas se han disparado las especulaciones acerca de que los pucelanos puedan estar primados por la Ponferradina o el Almería. La entidad balear está alerta, pero recuerda que no puede haber mayor motivación que tratar de evitar un descenso dramático.

En todo caso el conjunto pucelano se sabe vigilado con lupa y saldrá a por la victoria. Con ausencias notables como la del extremo Mojica o el central Marcelo Silva. Previsiblemente el exmallorquinista Alfaro esperará su oportunidad en el banquillo, como ha tenido que hacer durante toda la temporada.

El grupo bermellón no caminará solo en esta última jornada de Liga. El club tiene constancia de que 632 bermellones estarán presentes en la grada del Nuevo Zorrilla para respaldar al equipo en un encuentro que puede acabar con risas o con lágrimas. Medio millar de hinchas repartidos en tres aviones aterrizarán a lo largo de esta mañana en el pequeño aeropuerto de Valladolid procedente de Palma. Otro centenar de aficionados se desplazarán por su cuenta desde distintos puntos de la Península.

Todos ellos se dejarán oír en una grada que previsiblemente estará medio vacía. La afición local no está para celebraciones de una temporada que en Pucela también acaba como un completo fracaso. El Valladolid era uno de los grandes aspirantes al ascenso y se ha tenido que conformar con una permanencia apurada.

El partido servirá para despedir a muchos futbolistas del Mallorca. Pase lo que pase el curso ya ha sido un fiasco y muchos de los que integran la convocatoria no volverán a vestir la camiseta bermellona la próxima temporada.

También habrá que ver qué sucederá con Vázquez, muy ´tocado´ por la pésima segunda vuelta que ha protagonizado el equipo bajo su dirección y que podría dirigir su último partido aunque se consiga la permanencia.