El Mallorca se juega hoy algo más que la permanencia. Está en peligro el proyecto de Sarver, el americano que ha desembarco en el club con dinero y objetivos pero que puede ver estacanda su apuesta si el equipo desciende a Segunda B. Para evitar el desastre, el primer paso es ganar al Córdoba. No valen medias tintas, porque el empate puede dejar a los rojillos en plaza de descenso si la Ponferradina y el Almería hacen sus deberes (vencen). Y si se pierde... sería dramático. Lo sabe la afición, lo sabe Molango, el técnico Fernando Vázquez y hasta Miquel Àngel Nadal. Es de esperar que también lo sepan los futbolistas, al fin y al cabo quienes se juegan las habichuelas y casi su futuro profesional. Como diría Luis Aragonés, hay que ganar, y ganar, y ganar, y ganar... y volver a ganar, y ganar, y ganar...
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Análisis