Maheta Molango lo tiene claro. El Real Mallorca ha mejorado de manera ostensible desde la llegada del grupo del magnate norteamericano Robert Sarver, el pasado mes de enero. Y apostó por la continuidad de los nuevos inversores, aún en el caso de un descenso a Segunda B.

"Quien pone veinte millones no viene para ponerlos solo seis meses; el que invierte 400.000 euros en la reforma de son Bibiloni no es para irse; el que se gasta 700.000 euros en fichajes no es para medio año; renovar son Moix los 150.000 euros que costará cambiar el césped del estadio no es por un capricho. Hemos fichado, hemos pagado las deudas y apostamos por la cantera", afirma el consejero delegado de la entidad mallorquinista, en una corta pero jugosa entrevista realizada sobre el mismo césped del Iberostar Estadio, donde hoy el equipo se jugará buena parte de sus aspiraciones de mantener la categoría.

Molango se refiere al partido ante el Córdoba e hizo valer la condición de equipo local para sumar los tres puntos. "En casa nos hemos mostrado como un equipo fuerte, competitivo, y no es fácil ganarnos. Si hacemos las cosas como en los últimos partidos no tendremos problemas", aseguró. "Los éxitos se construyen en casa. Son Moix tiene que ser un fortín y que los rivales sientan que cuesta jugar. Hay que conseguir siempre un ambiente incómodo para los rivales", afirma el consejero delegado.

El dirigente del Mallorca, que en ningún momento habla del futuro inmediato del club, defendió la gestión de los nuevos mandamases de la entidad. "Es un proceso de cambio lento. Nunca vendí que iba a ser fácil", en referencia a la situación deportiva del equipo, que durante toda la temporada se ha mentenido en el alambre y siempre coqueteando con las plazas de descenso.

Es en ese momento cuando explica que "la situación del Mallorca era dramática" cuando llegaron para sustituir al alemán Utz Claassen, que se ha quedado en la entidad como presidente de honor pero que, desde la venta de su mayoría accionarial se ha alejado de los focos. "Pusimos veinte millones de euros", analiza, en un movimiento que debe dar sus frutos a partir de la próxima temporada si se consigue salvar la categoría en el año del Centenario.

También recuerda "el esfuerzo" que ha tenido que hacer el club con la red de ojeadores por España. "Tenemos seis a tiempo completo, y ahora tenemos más claro cuál es el mercado". "Buscamos un equipo rocoso, incómodo, serio", explica, en un resumen de lo que busca para el Mallorca de la próxima temporada.

La entrevista, que no alcanza los cinco minutos, es prácticamente un monólogo de Molango, que se centra en explicar lo que entiende por logros en la gestión del grupo de Sarver, con él como hombre fuerte en Palma. No explica planes de futuro porque prefiere centrarse en lo que queda hasta final de temporada. Después ya se verá si Molango lidera una revolución para dar un giro a la situación, o todo sigue igual.