Este Mallorca, el que jugó contra el Elche, con una fantástica primera parte, estaría ahora luchando por meterse en la promoción de ascenso a Primera División si hubiera tenido esta actitud e intensidad durante toda la Liga. Es cierto que ayer se jugaban la vida, pero es que en Albacete, Lugo o Girona también. El equipo de Vázquez fue valiente, quizá porque no le quedaba otra, pero se vio a un equipo contundente en defensa y con un Sissoko omnipresente en el centro del campo. Lago Junior marcó, pero también dejó detalles que recordó al del mercado invernal tras deslumbrar en el Mirandés. Y Ortuño no marcó, pero cuajó una sensacional actuación, con un sacrificio físico importante. Las especulaciones de otros días se quedaron en el vestuario. Lo malo de todo esto es que puede que esta victoria solo sirva para respirar, porque presumiblemente el Mallorca tendrá que ganar al Córdoba el domingo para tocar la salvación con los dedos. Es lo que tiene haberlo hecho tan mal durante un curso para olvidar.
