Duelo de filiales, jugado a altísimo ritmo, y marcador final como al principio: empate a cero. Todo por decidir para un partido de vuelta que se presume trepidante tras lo visto ayer en tierras mañas en la ida de la final por el ascenso a Segunda B entre el Zaragoza B y el Mallorca B.

Ambos conjuntos ofrecieron -sobre todo en la primera parte- un encuentro impropio de la categoría, con un ritmo muy elevado de juego, continuas jugadas en las áreas y acciones a nivel individual de mérito. Los dos equipos mostraron ayer que gozan de argumentos más que sobrados para ganarse una plaza en Segunda B.

El Zaragoza B quiso sorprender al Mallorca B, metiéndole la quinta marcha de salida. Pero a los cinco minutos de partido el control de la medular era patrimonio exclusivo de los rojillos, con un portento llamado Baba, que no paró de cubrir metros y metros de terreno a lo largo del partido; mientras, por el costado zurdo del ataque mallorquinista James se encontraba con las carencias defensivas del lateral diestro local, Delmás.

De esta manera, y contando con el descaro de los juveniles Ángel Sánchez y Ángel Rodado, el Mallorca B empezó a germinar opciones para batir a Ratón. Stephen, Baba y Vinicius Lima se sumaron al carro de ocasiones para intentar romper el 'cerocerismo' del marcador, pero el Zaragoza B tampoco se quedaba corto. De hecho, cabe valorar como meritorias las intervenciones de Benji en la primera parte a sendos remates de Buenacasa y el menorquín Xiscu Martínez. Al descanso, tablas, que bien podían haber sido con algún tanto.

Tras el paso por vestuarios, el partido se endureció. El desgaste físico de la primera parte pasó factura y la frescura en las acciones se perdió. Arrancó un nuevo duelo más brusco, con interrupciones, alguna entrada subida de tono y con mucho menos fútbol.

Con todo, las acciones más claras volvieron a corresponder al Mallorca B. El incombustible Ángel Sánchez y, sobre todo, Calderón -sustituyó a un errático Vinicius Lima-, pusieron en más de un brete la integridad local. De hecho, Calderón tuvo la más clara opción de gol del segundo tiempo, en una acción personal en la frontal del área local que culminó con un zurdazo a la escuadra que la cabeza de Iñaki impidió que llegara a puerta. Los maños tuvieron sus opciones, en sendos disparos de Jameli y Delmás, pero la suerte y el desacierto local evitaron que Benji viera perforada su portería. El ascenso se decidirá de aquí a una semana en Son Bibiloni.