Diario de Mallorca

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Puntos de vista

Puntos de sutura

La herida del Mallorca tras la derrota en Albacete era importante y había que cerrarla cuanto antes para evitar males mayores casi irreparables. Los tres puntos de ayer ante el Tenerife son tres puntos de sutura que, de momento, cierran esa herida que no debe volver a abrirse. La victoria fue sufrida porque aquí nadie regala nada de lo poco que tiene. Y lo digo así porque exceptuando alguna cosita, el Tenerife fue inofensivo.

El miedo atenaza

El Mallorca es un equipo que está muerto de miedo y que lo demuestra en muchas jugadas. Tiene miedo a perder el balón y por eso duda siempre con él en los pies. Se lo quita de encima a balonazos, nadie se atreve a tirar a portería por el qué dirán desde la grada si sale mal. Nadie se fía ni de sí mismo ni del compañero y así es muy difícil jugar al fútbol. Esta victoria tiene que hacer que los futbolistas pierdan el pánico a jugar.

La celebración

La carrera de los jugadores persiguiendo a Ortuño en la celebración del gol parecía la de un equipo que gana un título, incluido el entrenador que recordó sus tiempos mozos corriendo americana al viento hasta la esquina de córner. A todo esto hay que añadir el desplome de los jugadores sobre el césped cuando el árbitro señaló el final. No sé cómo se celebrará la Champions, pero lo de ayer parecía la celebración de un título.

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