Las reflexiones de Vázquez para explicar la derrota en Albacete todavía fueron peores que el partido en sí, pero las flechas no solo pueden apuntar al entrenador, ni de lejos. ¿A ustedes les pareció que los jugadores se jugaban la vida en el Carlos Belmonte? Al que escribe estas líneas tampoco. No tengo ninguna duda de que los futbolistas querían ganar, faltaría más, pero lo más preocupante fue una actitud muy alejada de la que debe ser de un equipo que tiene peligro real de descenso a Segunda B. El técnico dice que fue un problema técnico-táctico. Puede que tenga razón, pero esto todavía es peor porque significa que fueron incapaces de hacer daño a un equipo tan malo como el manchego, que está ahí abajo por méritos propios. La experiencia que hay en el vestuario en estas situaciones, como bien explica Jaume Bauzà en esta página, debería notarse. Pero nada más lejos de la realidad. Ahora es cuando más tiemblan ellos y, por supuesto, todos.
