La plantilla, el cuerpo técnico y la afición del Tenerife, próximo rival del Mallorca, mostraron su disconformidad este fin de semana por los arbitrajes que está recibiendo el club blanquiazul, sobre todo en las últimas jornadas, y que, según los cálculos de Pep Lluís Martí, han privado a los canarios de sumar siete puntos en los tres últimos partidos ante rivales directos.

Al término del encuentro de ayer ante el Elche (1-1), el entrenador insular reconoció que estaba "cabreado" e "indignado" con la actuación de los árbitros, aunque manifestó que prefiere no hacer públicos sus pensamientos porque, de lo contrario, se arriesgaría a no poder sentarse más en un banquillo en lo que resta de temporada.

Y es que Pep Luís Martí recordó el penalti claro sobre el ´Choco´ Lozano que, con el colegiado a metro y medio de distancia, no lo sancionó como tal o que, en la jugada siguiente, firmase el empate Noblejas, un jugador que, a juicio de los canarios, tendría que haber sido expulsado puesto que "hizo cincuenta faltas" y no se llevó ni una amarilla.

"Estoy cabreado. Si hablo del árbitro nunca más me siento en un banquillo. En mi carrera no he cuestionado nunca las decisiones de los colegiados, pero en tres semanas se nos han ido siete puntos. El penalti de hoy (por el sábado) ha sido tan claro, con el árbitro a un metro...", relató el técnico mallorquín.

La impotencia de los canarios aumenta porque los tres últimos partidos han sido ante rivales directos y podrían estar en una situación más cómoda para disputar la promoción de ascenso.