El grupo de inversores norteamericanos encabezados por Robert Sarver controlaría un 95 por ciento de los títulos del Real Mallorca después de comprar a Utz Claassen las tres cuartas partes de las acciones que se reservó cuando se firmó el cambio de propiedad el pasado 4 de enero, según informaron a DIARIO de MALLORCA fuentes de toda solvencia. El alemán declinó responder a preguntas de este diario.
La operación está protegida por una estricta cláusula de confidencialidad y ninguna de las dos partes quisieron pronunciarse públicamente al respecto. Según estas mismas fuentes, Claassen, que conservaba un 20 por ciento de las acciones, se ha quedado únicamente con un cinco por ciento.
Este rotativo pudo saber que la compraventa ya estaba pactada en las condiciones que se fijaron el 4 de enero, cuando se materializó el desembarco del grupo del dueño de los Phoenix Suns. De este modo, Claassen habría perdido una significativa presencia en el accionariado mallorquinista.
El veinte por ciento que se reservó inicialmente no daba al alemán poder ejecutivo en una Junta de Accionistas ampliamente dominada por los norteamericanos. Pero su actual cinco por ciento le dejaría en una posición marginal.
Este movimiento en el accionariado de la institución, que se habría producido hace unas semanas, refuerza el compromiso de la propiedad norteamericana con el Mallorca incluso en un momento en el que existe riesgo de descenso a Segunda B. Sarver y el grupo de inversores de Arizona desembolsaron 21 millones de euros el pasado enero y ahora controlan casi todo el porcentaje accionarial.
Claassen continúa siendo presidente del Consejo de Administración, aunque por una mezcla de motivos de salud y laborales apenas ha ejercido como tal desde que se desprendió de la mayoría de sus títulos. Hizo acto de presencia en el palco el día del partido del Centenario contra el Oviedo, el 5 de marzo, pero fue un caso excepcional. El alemán ha sido un presidente ausente desde enero, y no está nada claro que asista al palco de Son Moix el próximo sábado para presidir el importante partido del sábado contra el Alavés.
Cada vez planea con más fuerza la idea de que el alemán abandonará la presidencia de la entidad cuando finalice la temporada. Claassen tiene muchas ocupaciones que atender fuera de la isla su ciclo en el Mallorca podría estar próximo a su fin.
Cuando eso suceda, su principal legado será haber allanado el terreno para el aterrizaje de una propiedad solvente que garantiza la supervivencia económica de la institución durante los próximos años.
El vínculo que se ha creado entre el Mallorca y los inversores norteamericanos se fortalece y no tiene fecha de caducidad. Ni siquiera un hipotético descenso a Segunda B al final de esta campaña provocaría la salida de la propiedad.
También tiene un largo recorrido el compromiso de Maheta Molango con la entidad bermellona. El consejero delegado y hombre fuerte de Sarver en el Mallorca lleva tiempo trabajando en la próxima temporada con el punto de mira puesto en el ascenso a Primera División.
Se prevé una nueva revolución en una plantilla cuyo rendimiento ha estado muy por debajo de lo que se esperaba. Tampoco está clara la continuidad de Miquel Àngel Nadal como director deportivo. Se avecinan por tanto cambios de calado en el Mallorca, tanto en el capítulo deportivo como en el institucional.
