Fernando Vázquez evidenció su enfado con la acción del gol del Mirandés, que llegó por un fallo de la defensa. "Estamos regalando en exceso con errores absurdos", dijo ayer en la sala de prensa del Iberostar Estadio.

El técnico del Mallorca lamentó no haber conseguido el triunfo en un partido que se le puso de cara. "Es que quería ganar. Hicimos un buen primer tiempo, con mucho control del balón, hemos sido muy fiables. Tuvimos tres o cuatro ocasiones claras, teníamos que haber matado el partido", dijo en primera instancia, aunque reconoció que en la reanudación bajaron el nivel. "Hemos perdido empaque y presencia, perdimos un poco el control. Te empatan en una jugada de verbena, precedida de una falta clara. Podríamos haber ganado pero no ha podido ser. Hay que darse por satisfechos", comentó.

El gallego considera que físicamente algunos jugadores acusaron el esfuerzo de haber jugado el miércoles en Huesca. "Ha pesado la semana en algunos jugadores, como Damià o Aveldaño y otros. Se ha notado a partir del minuto sesenta. Jugar tres partidos casi seguidos ha sido un elemento determinante. Con los cambios buscaba velocidad y desborde pero no han tenido oportunidad de hacerlo". El de Castrofeito reconoció que el tanto de los mirandeses le afectó demasiado. "No hay demasiada batería y cualquier elemento extraño, como un gol tonto, nos pesa. Para mí, lo que más nos ha pesado es el querer y no poder de algunos jugadores porque les pesaban las piernas", agregó. Y preguntado por el buen partido de Ortuño, que había sido suplente en la mayoría de encuentros, el técnico fue rotundo. "Está mucho mejor ahora. Veis a Ortuño ahora pero no lo visteis hace cuatro semanas. El entrenador no es tonto y si no jugaba sería por algo", destacó.