­Fernando Vázquez advirtió ayer de la dificultad que entraña la visita del Mirandés el domingo, y subrayó que medita si seguir con el trivote en el centro del campo que estrenó el miércoles en la victoria sobre el Huesca o recuperar su habitual 4-4-2. En todo caso, celebró que el triunfo cosechado ante los aragoneses ha llevado más tranquilidad al vestuario.

"El equipo está bien, viene de ganar y eso ayuda", afirmó Vázquez. "Algo se puede notar en el rendimiento físico jugar tres partidos en una semana, pero en estos cuatro días el equipo se habrá recuperado el cien por cien", presagió el preparador bermellón.

El técnico sigue pensando si mantendrá el trivote en el centro del campo que le sirvió para cosechar un triunfo vital ante el Huesca o regresa al 4-4-2 de siempre con dos medios y dos puntas.

"El sistema de Huesca no es raro. Lo he puesto en práctica en otros equipos y aquí lo he entrenado con mucha frecuencia. No sé si seguiré con el mismo dibujo, la idea fundamental es la misma, el 4-4-2. Pero tendré que pensarlo y tomar una decisión", argumentó el gallego.

"Tener tres partidos en una semana me hizo llegar a la conclusión de que era conveniente cambiar el equipo. Y también el hecho de que el Huesca es un equipo peligroso del centro del campo hacia arriba, con jugadores como Fran Mérida y Machís. Al fútbol se juega mejor con tres centrocampistas. Pero tampoco tuvimos mucho la pelota", añadió el preparador bermellón.

Vázquez se refirió a la peligrosidad del rival: "El Mirandés es un equipo que ejerce una presión asfixiante. Nadie juega como ellos, pero espero que con el paso del tiempo se cansen", afirmó medio en broma el entrenador. "Tendremos que igualar su intensidad ya que sabemos que es un rival con mucha determinación y agresividad", añadió.

El técnico volvió a dar un toque de atención a Ortuño, pese a su buen partido en Huesca -"nadie tiene asegurada la titularidad, puede dar más y la competencia que tiene es grande"- y descartó que Óscar Díaz se recupere a tiempo para el partido.

Vázquez deseó una victoria el domingo que dé "confianza" a los futbolistas y asumió que el Mallorca todavía tiene que mejorar en ataque, parcela en la que sigue detectando flaquezas: "Quizás nos falte más personalidad en el juego ofensivo. En Llagostera el equipo, a nivel ofensivo, dio un paso adelante. Tuvimos posesión y presencia ofensiva. Por ahí debemos caminar".

Asimismo, declaró que ve más ventajas que inconvenientes en el hecho de no tener un once titular ideal. "Tener un once claro puede significar que hay una gran diferencia entre los buenos y los malos. En el Mallorca hay mucha competencia, mucha igualdad. La elección es más de gusto que de eficacia, y eso es bueno para el entrenador, que puede elegir. Para mí es una ventaja no haber encontrado el once claro. Pero claro, también es malo porque se puede interpretar como que no doy con la tecla", justificó.

Finalmente, el preparador valoró positivamente que los futbolistas se reunieran sin él en Barcelona. "Ya lo han hecho tres o cuatro veces. Son compañeros y lo hacen para favorecer que lleguen mejores resultados, para ayudar. Me parece perfecto, creo que estas reuniones son muy positivas", afirmó.