El marfileño había sido un oasis en medio de la mediocridad en la que se había sumido el Real Mallorca en las últimas jornadas. Sin embargo ayer, y pese a que el conjunto bermellón subió el nivel varios peldaños, Lago estuvo más apagado que de costumbre. El atacante fue un futbolista intrascendente durante todo el partido, quizás mermado por una mala caída que sufrió en los primeros compases del encuentro y de la que se dolió en alguna ocasión.
Ni siquiera en los mejores momentos del Mallorca la aportación del marfileño en ataque fue significativa. Alfredo Ortuño tuvo un papel muy destacado en el capítulo ofensivo, pero la mayoría de las veces se asoció con Pereira. Esta vez el atacante africano apenas se ofreció a sus compañeros, y tampoco fue un peligro real para el Huesca.
