La pornografía también ha tenido cabida en los cien años de historia del Mallorca, aunque solo fueran unos treinta segundos. Eso es lo que duró el vídeo X que le puso el técnico Joaquín Caparrós a sus pupilos en el vestuario de Son Moix minutos antes de saltar al césped para medirse al Athletic de Bilbao. Era la jornada dieciséis de la temporada 2012/2013 y el utrerano buscaba la reacción de un equipo en caída libre. "En la charla previa al partido, el míster comienza a mostrarnos un vídeo. ¡Vaya sorpresa la nuestra al ver que esas imágenes eran de una película porno! Nuestras caras eran unos poemas porque no entendíamos nada lo que estábamos viendo. Me imagino que era alguna peli americana. Las imágenes no duraron más de 30 segundos, pero fue algo inolvidable", explica entre risas Anderson Conceiçao a Marca.

Caparrós confirmó las palabras del brasileño. "En situaciones delicadas como esa buscamos poner un vídeo motivante que rompiera la frialdad que había por la racha negativa que llevábamos", declaró a IB3 Televisió. El central brasileño, de ingrato recuerdo para el mallorquinismo por su nefasto rendimiento, lamenta que el intento de Caparrós no tuviera éxito. "El entrenador usó ese vídeo con el fin de romper una frialdad que él sentía que teníamos en la plantilla. El objetivo era que reaccionáramos de una vez. Lamentablemente no pudimos revertir la situación ese día -el resultado fue 0-1 con gol de Aduriz-, le destituyeron y nosotros descendimos. Parece que ni esas imágenes nos hicieron despertar", añade. Curiosamente Caparrós dejó sin jugar a Conceiçao en aquella jornada ya que apostó por este once: Aouate, Nsue, Nunes, Geromel, Bigas, Javi Márquez (Martí, min.72), Pina, Gio (Brandon, min. 72), Arizmendi (Alfaro, min. 82), Víctor Casadesús y Hemed. El único superviviente en el actual Mallorca es Brandon, que ni siquiera era mayor de edad.

Conceiçao asegura que todavía recuerda ese episodio con su amigo Geromel, hoy en el Gremio brasileño: "Cada vez que hablamos recordamos esa anécdota. Es imposible no acabar a carcajadas. Fue algo muy gracioso. El técnico quería alegrar nuestros rostros mostrando esa película con el fin de levantar nuestro ánimo, pero no supimos captar su idea. Nos decía: 'Vuestra tensión en el juego tiene que ser la misma que la de ese actor', y señalaba las imágenes. Me gustaba su manera de ver el fútbol, era una persona muy inquieta y siempre tenía buen rollo con los jugadores".

El Mallorca entró en descenso aquella fría noche del 15 de diciembre, una posición de la que ya no logró salir.