No debe ser fácil para los futbolistas abstraerse del ruido que se ha montado en torno a los fastos del Centenario del club. Que si la gala, que si la sinceridad de Beltrán, el enfado de Molango y Claassen, los que no asistieron porque no fueron invitados, la camiseta del Centenario y un largo etcétera que deja en anécdota el trascendental partido del próximo sábado ante el Oviedo.
Vázquez tendrá que emplear sus mejores dotes para conseguir que los futbolistas se centren en lo que realmente es importante -sin menospreciar el haber alcanzado los cien años-, ganar el sábado para no hundirse un poco más en el pozo de la clasificación. La inminente llegada a la isla de Robert Sarver y Steve Nash desviará un poco más la atención del partido. La presencia del multimillonario propietario, que verá a sus jugadores desde el palco, debe ser el principal estímulo. Además del Centenario, el sábado debe celebrarse la victoria.
