Nada le hacía más feliz a mi padre que cuando hablaba del Mallorca", dijo Antonio Asensio Mosbah apenas nueve días después de que falleciera su padre el 20 de abril de 2001. Era el propietario de un club que, sin duda, vivió los mejores años de su Centenario bajo su mandato. Casi seis años antes, en el verano de 1995, y con Bartolomé Beltrán acaparando todos los focos, entró en el Mallorca sin que su nombre apareciera en los titulares hasta muchos meses después. El médico de Campanet era el rostro de un ambicioso proyecto que estaba sostenido por el capital del entonces poderoso presidente del Grupo Zeta.

El Mallorca ascendió en su segundo intento, en aquella memotable promoción en Vallecas. Eso fue el principio de una etapa dorada y que ahora parece imposible repetir. Asensio, propietario del 99 por ciento de las acciones, aplaudió la llegada de Héctor Cúper al banquillo. Fue quinto en la Liga y alcanzó la final de la Copa del Rey, que perdió en los penaltis ante el Barcelona en Mestalla. Incluso el filial ascendió a Segunda División A. En 1998 conquistó la Supercopa de España, el primer título de la historia del club, precisamente ante los azulgrana. Y los éxitos continuaron, ya sin Beltrán en la poltrona, que fue sustituido por el presidente Guillem Reynés, que se encargó de las funciones de representación y Mateu Alemany, de la gestión. Aquella temporada quedó clasificado en la tercera posición „la mejor hasta ese momento„, por detrás del Barcelona y el Real Madrid, por lo que consiguió el billete a la Liga de Campeones. Además, alcanzó la final de la Recopa de Europa, que perdió ante el Lazio (2-1). Asensio empezó a dejarse ver mucho más en actos del club, como el recibimiento en Son Sant Joan después de perder aquel dramático encuentro, donde la afición le demostró su cariño. Era el dueño, pero siempre supo delegar en sus decisiones, consensuadas con los empleados del club.

Su salud empezó a empeorar, pero su compromiso seguía firme. El Mallorca quedó apeado de la previa de la Champions y llegó a los cuartos de la Copa de la UEFA y acabó dignamente la temporada 1999/2000 con Fernando Vázquez en el banquillo. Ya había sido operado en Estados Unidos de un tumor cerebral, pero el 3 de enero de 2001 entró en coma y falleció cuatro meses después a los 53 años. El equipo era cuarto en Primera División, empatado con el tercero, un paradigma de lo que se había convertido su Mallorca, que finalmente fue tercero con Luis Aragonés como técnico. Pusieron su nombre a la nueva ciudad deportiva y su hijo mantuvo la promesa de su padre de querer hacer un "club grande". Nunca se sabrá qué hubiera pasado con Asensio padre en vida, porque ya nada fue lo mismo, pero el Mallorca, bajo la propiedad de esta familia, conquistó la Copa del Rey el 28 de junio de 2003. Dos meses después el Grupo Zeta, aunque mantuvo el 20 por ciento de sus acciones, perdió el control del Mallorca en favor de un grupo de empresarios de la isla en un Consejo que presidió Mateu Alemany.