El Mallorca ha hecho méritos más que sobrados para llegar a estas alturas de la competición con la soga al cuello. El partido de esta tarde en Huesca se puede perder, por supuesto, pero el ambiente sería insoportable, por lo que mejor ni pensarlo. Los oscenses son un auténtico espanto en su estadio, donde solo han ganado dos partidos de doce. Esperemos que los rojillos, con una plantilla mucho mejor sobre el papel, aunque en la clasificación tengan exactamente los mismos puntos, no se conviertan en el 'equipo aspirina' como hace dos semanas en Soria. Los bermellones deben salir a ganar, sin excusas. Y eso que las bajas son importantes, sobre todo la de David Costas. Ni Kasim ni Truyols tienen su nivel, ni de lejos, pero hoy el elegido tendrá una buena oportunidad para reivindicarse. Da la sensación de que a Fernando Vázquez se le ha ido de las manos el equipo en las últimas semanas, dejando una imagen más que preocupante. Los actos del Centenario deben celebrarse con toda la ilusión, respeto y cariño hacia el escudo y todo lo que ello representa, pero la plantilla mejor que se centre en el balón. El club puede distraer con los numerosos actos que acertadamente ha organizado, pero la realidad de este Mallorca asusta por sus nefastos resultados deportivos. Tras caer ante el Bilbao Athletic uno pensó que era un fatal accidente, pero después de los duelos ante el Numancia y Nàstic el miedo al desastre es real. Es así de triste.
