Cuando el Mallorca está cerca de culminar su tercera temporada en Segunda División, son ocho los entrenadores que han pasado por el banquillo de Son Moix. De estos ocho, siete han sido víctimas de los malos resultados y al octavo las cosas no le están resultando fáciles cuando ya suma cinco partidos. Uno puede salir rana, dos también, y hasta tres, pero lo que no es normal es que siete técnicos, algunos con una trayectoria más que contrastada, hayan fracasado en su intento de conducir al Mallorca a Primera, o por lo menos intentarlo.
Oltra, el primero, parecía una buena opción como gran conocedor de la Segunda División. Pero fue llegar al Mallorca y apagársele las luces. No debía ser tan malo cuando ahora está luchando por el ascenso con el Córdoba. Carreras también se la pegó, ayudado por su falta de tacto con la plantilla. Ahora en el Zaragoza mantiene el tipo y todavía aspira a la fase de promoción de ascenso. Olaizola fue un parche que salió bien ya que evitó el descenso a Segunda B. A Karpin parecía que todo le daba igual , y ni su 'feeling' con la plantilla le sirvió para que su etapa rojilla no pasara de mediocre. Miquel Soler frenó la caída pero perdió la confianza de Claassen. Lo mismo le pasó a Ferrer y a Gálvez no le dieron tiempo. Es obligado apuntar a los jugadores y a los que les ficharon.
