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Liga Adelante

Pena de banquillo

Fernando Vázquez sufre la maldición que ha afectado a todos entrenadores del Mallorca desde el descenso en verano de 2013 - El conjunto bermellón descarrila después de los cinco partidos que ha dirigido el entrenador gallego

Fernando Vázquez, durante el partido contra el Alcorcón. M.M.

Fernando Vázquez sufre una maldición que ha afectado invariablemente a todos los inquilinos del banquillo del Real Mallorca desde el descenso a Segunda. El gallego suma números negativos -siete de quince puntos en los cinco partidos que ha dirigido- después de que el Mallorca que empezó conduciendo con éxito las primeras dos jornadas haya descarrilado en los últimos tres encuentros. El preparador ya empieza a sentir el traqueteo de un banquillo gafe desde que el equipo consumó su descenso la temporada 2012/13. Siete entrenadores han precedido a Vázquez desde entonces, y los siete fueron devorados por los resultados.

El gallego, con contrato hasta junio de 2017, tiene tiempo para enderezar el rumbo, lograr una permanencia sin agobios este curso y liderar un nuevo proyecto encauzado a subir a Primera la próxima temporada.

José Luis Oltra fue el primero en sufrir la pena del banquillo. Fue el entrenador contratado por Llorenç Serra Ferrer para dirigir un ascenso exprés a la máxima categoría. Tenía en sus manos una plantilla confeccionada a golpe de talonario, el Mallorca era el gran favorito al ascenso y la exigencia muy elevada. Sus números, sin embargo, dejaron mucho que desear. Fue destituido después de 27 jornadas en las que contabilizó nueve victorias, nueve empates y nueve derrotas.

La guerra institucional, entonces en su máximo apogeo, convirtió el despido de Oltra en un espectáculo grotesco. Serra Ferrer impuso su criterio y contrató a Lluís Carreras. Fue un desastre. El técnico se sentó diez partidos en el banquillo con dos triunfos, dos empates y seis derrotas.

El equipo caía en picado y Javier Olaizola se convirtió en la solución de emergencia para tratar de sellar una permanencia que parecía muy improbable en las tres últimas jornadas del campeonato. Lo logró en la última jornada después de sumar cinco de nueve puntos.

La campaña 2014/15 también estuvo marcada por la inestabilidad en el banquillo. Miquel Soler fue el elegido, pero la irrupción de Dudu Aouate significó su destitución y su relevo por Valeri Karpin a diez días de que empezara la competición.

La etapa de Aouate como manager general fue efímera, pero el ruso aguantó en el banquillo 24 jornadas en las que sumó siete triunfos, seis empates y once derrotas. De nuevo el Mallorca se veía obligado a mantener un pulso por la permanencia, por lo que Claassen volvió a llamar a Soler.

No funcionó. El catalán logró una salvación sin apuros, pero su actitud y sus números -seis triunfos, tres empates y nueve derrotas- le descartaron para conducir al Mallorca 2015/16.

Lo hizo Albert Ferrer, quien aguantó doce jornadas al frente del equipo (seis empates, tres derrotas y otras tantas victorias). Estos números alejaron al equipo de un ascenso obligatorio y precipitaron su destitución. Le relevó Pepe Gálvez, a quien le llegaba su oportunidad después de haber sido ayudante de Soler y el propio Ferrer.

El Mallorca jugó bien, pero al mallorquín también le enterraron los resultados. Tres derrotas, dos empates y una sola victoria le condenaron.

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