Desfilan propietarios, entrenadores y futbolistas, pero el Real Mallorca siempre demuestra que se puede excavar más profundo. Si hace una semana los chicos de Fernando Vázquez avergonzaron contra el colista, ayer directamente hicieron el ridículo. ¿De qué sirve tener a un entrenador curtido en mil batallas si la primera vez que tiene problemas para elaborar un once perpetra un planteamiento tan deficiente? Vázquez naufragó porque no dio con la tecla para suplir las bajas de Sissoko y de Yuste, y porque en Soria le dejaron en evidencia unos futbolistas inanimados y sin la mínima tensión competitiva. Maheta Molango debe estar fuera de sí. Por cierto, y aún a riesgo de parecer oportunista, ¿qué debía costar la cláusula de Julio Álvarez?
Mucho más que reproches
Sorprende la dureza con la que Fernando Vázquez ha criticado a Timon por su comportamiento después del partido contra el Bilbao Athletic. Entre el linchamiento público del portero y su afirmación de que el club peina el mercado en busca de otro guardameta, queda bastante claro que el alemán vive sus últimos meses como bermellón. Lo cierto es que en el Mallorca 2016/17 sobrevivirán muy pocos de los quince refuerzos que llegaron el pasado verano.
Un caro jarrón chino
La nueva estructura deportiva del Mallorca mete al club en la modernidad y consagra la degradación de un Miquel Àngel Nadal que parece sentirse a gusto en el limbo. El director deportivo -solo lo es nominalmente- seguirá siendo un bonito y caro jarrón chino mientras Maheta Molango gestionará personalmente todas las operaciones. La idea de aumentar la nómina de ojeadores para descubrir talentos antes que nadie es intachable, y además la mejor prueba de que la nueva propiedad mira el largo plazo.
Invadidos
Qué sería de tertulianos y demagogos sin discusiones como qué escenario debe acoger la final de la Copa del Rey. Por muy árido y repetitivo que sea el debate, ahí están esos comentaristas ganando terreno en todas las plataformas y sustituyendo lo que una vez fue periodismo deportivo.
Maltrato al atletismo
Si hay una disciplina maltratada en Mallorca es el atletismo, particularmente en Palma. Hace dieciséis años Cort se burló de los atletas cuando les ofreció la pista del estadio de Son Moix, y desde entonces el agravio ha ido en aumento. Los trescientos atletas que se concentraron el viernes frente al Ayuntamiento están cargados de razones. Es lamentable que no exista una pista municipal para dar satisfacción a los dos mil atletas federados con residencia en Palma. Por cierto, menudo esperpento todo lo concerniente a la reforma y homologación de las pistas del Príncipes de España, y que ha tenido su corolario con la prohibición de acceder a la instalación con botas con clavos. El cartelito en el que se advertía de la absurda restricción se retiró después de su publicación por este diario, pero ya es motivo de chanza por parte de todo el atletismo mallorquín. Con este panorama que nadie pida resultados.
La angustia de Mateu Cañellas
Mateu Cañellas lleva cinco años viviendo con la soga al cuello. El exconseller de Deportes afirmó en una sincera entrevista a este diario que ha perdido la esperanza de remontar el vuelo aunque salga absuelto en el juicio que arrancará el día 22 y en el que la acusación le pide 14 años de cárcel. Mientras aguarda el desenlace se refugia en los grupos de deportistas a los que entrena y aconseja en base a su experiencia como atleta de elite. Él defiende que estaba en el momento y el lugar equivocados. Un juez tendrá la última palabra.
