Hace bien Vázquez en no apuntarse a la ola de euforia en la que se ha instalado buena parte de la afición tras las dos últimas victorias, pero sumar los tres puntos ante el Bilbao Athletic es algo más que una obligación y lo sería igual con esta renovada plantilla o con la anterior. Los pupilos de Ziganda son los colistas de la categoría, apenas han sumado quince puntos. Sus números lejos de San Mamés son peores: apenas dos empates y diez derrotas con solo 4 goles a favor y 19 en contra. Tampoco el factor experiencia juega a favor de los cachorros ante un equipo curtido como el Mallorca, pero tal vez esta sea la única arma que tiene el filial, el descaro que puedan tener unos jugadores cuyo fin principal es destacar para engrosar, más pronto que tarde, la primera plantilla. Dicho todo, para ganar habrá que jugar y marcar goles, por obligación.
