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El equipo

Bianchi, fiasco monumental

El club oficializa la marcha al Perugia del delantero seis meses después de su llegada

El Perugia publicó ayer la imagen que certifica el acuerdo del delantero Rolando Bianchi.

Rolando Bianchi ya estaba celebrando un gol a los tres minutos y cuarenta y seis segundos de su debut con la camiseta del Mallorca, pero las expectativas que despertó aquel 6 de septiembre de 2015 en su primer partido -que los rojillos perdieron en San Mamés ante el Bilbao Athletic (3-1)- se han convertido en una enorme decepción. El italiano ha sido un fiasco monumental y, por eso, la marcha confirmada ayer al Perugia supone un gran alivio en Son Moix. El conjunto italiano, que milita en la serie B y aspira al ascenso a la máxima categoría esta misma temporada, ha rubricado con Bianchi un contrato hasta 2017.

El Mallorca anunció la rescisión de su contrato "de mutuo acuerdo", por lo que eso se traduce en un ahorro sustancial en el abono de su ficha. Ya no tendrá que pagar la mitad de los 350.000 euros que iba a percibir en el conjunto bermellón. De este modo, el ariete que llegó para abanderar el proyecto del ascenso en el año del Centenario hace las maletas solo seis meses después de su aterrizaje en la isla.

El transalpino ha pasado por el Mallorca con más pena que gloria. Se despide con solo dos goles -uno de penalti ante el Albacete- en su cuenta personal y sin haber llegado a encajar ni en el esquema de Albert Ferrer ni en el de Pepe Gálvez. Y no será por no haber tenido oportunidades. Ha jugado 1.075 minutos repartidos en dieciséis partidos, seis de ellos como titular, pero la ansiedad y el desacierto, acompañado por los problemas del Mallorca para generar ocasiones, han marcado su etapa. Porque en los primeros encuentros con Chapi en el banquillo apenas tuvo protagonismo porque no le llegaban balones, a excepción de su estreno en el duelo de San Mamés. Ese fue uno de los argumentos para defenderle, pero una vez que los rojillos mejoraron en ese aspecto, aunque no sustancialmente, tampoco consiguió destacar. Ni mucho menos. Eso sí, curiosamente se mostró como uno de los jugadores más carismáticos para el mallorquinismo, que le llegó a reclamar en alguno de los partidos en los que Ferrer le dejó en el banquillo. No obstante, al no llegar el rendimiento, esos aplausos se volvieron pitos ante el Girona en el último partido del pasado año. Fue su última aparición en el Iberostar Estadio.

Bianchi, la gran apuesta para el ataque del presidente Utz Claassen y el director deportivo Miquel Àngel Nadal, sigue con su enorme estancamiento, algo que ya empezó en 2013 cuando recaló en el Bologna al completar un curso en el que solo anotó tres goles. Las cosas no le fueron mejor en la siguiente campaña. Se marchó cedido al Atalanta y dejó su contador a cero en una temporada en la que apenas jugó 600 minutos.

No obstante, su mejor época coincidió con los cinco años en los que vistió la camiseta del Torino, dos de ellos en la Serie A italiana (Primera División) y tres en la Serie B. Su mejor registro goleador lo alcanzó en la campaña 2009/10, cuando materializó 26 dianas. Pero eso es otra historia. La que ha vivido en el Mallorca ha sido triste.

Joan Sastre

Por otra parte, el mallorquín Joan Sastre jugó la última media hora del partido que perdió la selección española sub-19 ante la italiana en Lepe (1-2).

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