Maheta Molango protagonizó ayer un agitado debut en el palco de Son Moix. El consejero delegado ya había avisado de que vivía el fútbol con mucha pasión y que difícilmente iba a poder contenerse en la zona noble del estadio. Y así fue, para desesperación del presidente del Valladolid. Carlos Suárez se levantó de su asiento transcurrido el minuto 75 superado por el recital de gestos, aplausos, gritos y aspavientos que ofreció a su lado el hombre fuerte de Robert Sarver en el Real Mallorca.
Suárez no pudo ver el gol de su equipo; y Molango no pudo estrenarse en Son Moix con una victoria del Mallorca, pero se declaró muy satisfecho una vez finalizado el encuentro. “Este es el camino. El equipo ha hecho que me levantara del asiento, que no me aburriera. Ha jugado con pasión. Jugando así vamos a tener más partidos ganados que perdidos. Lo que me preocupa es la desidia que vimos en Córdoba. Hoy (por ayer) no tengo ningún reproche, los jugadores han estado magníficos”, indicó el consejero delegado.
Molango no llamó la atención en Córdoba porque prefirió ocupar una localidad de tribuna junto a otros aficionados del Mallorca desplazados allí. Ayer vio el partido en compañía de su familia y de otros representantes de la entidad balear como el vicepresidente Monti Galmés. Utz Claassen se ausentó por enfermedad.
“Duermo poco, trabajo mucho. Es complicado porque hemos hecho alguna oferta importante y te dicen que, por mucho dinero que pagues, no te van a reforzar. Hay algunas cosas que avanzan, yo no descanso”, dijo el directivo sobre el mercado.
