Fue su peor tarde como futbolista del Real Mallorca. El central gallego, habitualmente un cerrojo atrás y uno de los pocos refuerzos estivales que ha funcionado, fue claramente superado por el ímpetu de un Córdoba que puso una marcha más en ataque desde los primeros compases del partido. David Costas patinó en la acción del primer gol, allanando el camino a Florin para que abriera el marcador. Tampoco estuvo fino en el tercero, cuando le Markovic le desbordó.
Falló casi todo en el conjunto de Pepe Gálvez. Y el cortocircuito alcanzó incliso a futbolistas habitualmente tan fiables como el gallego. Costas ofreció más facilidades de lo aceptable, no conectó con Aveldaño y facilitó mucho las cosas a los hombres de ataque del Córdoba. Timon protagonizó otro partido muy flojo bajo los palos y no pudo enmendar ninguno de los errores de su zaga.
