Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Análisis

Un 'loco' del fútbol jamás puede ser malo

Palabras, palabras y más palabras, pero qué buena pinta tienen. A Maheta Molango no le conoce nadie en la isla, cualquier afirmación acerca de su trabajo se antoja precipitada porque todavía no ha hecho nada, no ha tenido tiempo, pero lo que es indiscutible es que su discurso, alejado de la pomposidad de otros inquilinos de la poltrona del Iberostar Estadio, está calando entre el mallorquinismo. Está generando ilusión después de su brillante puesta en escena del martes junto a Robert Sarver, la mejor que se recuerda en años, aunque hay que reconocer que le ayudó que el nivel estaba muy bajo. La solvencia del banquero estadounidense y el resto de nuevos accionistas del club es lo más importante, porque sin músculo económico se podrían hacer pocas cosas, pero el talante de Molango invita al optimismo... y a la paciencia. No creo que haya euforia entre la afición, algo que desgraciadamente hace años que no experimenta por nada, pero sí ilusión. Y eso ya es mucho después de los esperpénticos episodios que ha tenido que soportar desde hace demasiado tiempo en Son Moix. Pero también hay escepticismo, algo natural e inevitable después de lo sufrido.

Por eso lo mejor es dejarle trabajar, aunque suene a aburrido. Las exigencias tendrán que venir más tarde, por muchas ganas que se tengan de ver ganar al equipo. El suizo, de apariencia impecable, es amable en las formas y parece inteligente, aunque hable como un político. Pero, sobre todo, es un 'loco' del fútbol. Y eso jamás puede ser malo, porque otro tipo de locos ya hemos tenido en el Iberostar Estadio. Está por ver si será capaz de manejar un club centenario, pero alivia la prudencia con la que habla después de tantas promesas frustradas. Eso sí, la sensación de interinidad de Gálvez, aunque diga lo contrario, no es lo más recomendable para ninguna de las partes. Lo normal en un grupo que aterriza en un club ingresando veinte millones de euros es que ponga a los suyos. Y eso todavía no se ha producido. Pero ya saben, hay que darle tiempo al tiempo. Su suerte es la del mallorquinismo.

Compartir el artículo

stats