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La institución

Nace un nuevo Mallorca

Robert Sarver capitanea hoy la entrada de un grupo de inversores norteamericanos en el club - Quiere implantar el modelo de negocio de la NBA - Claassen seguirá, pero un ejecutivo llevará el día a día de la entidad - Nadie tendrá más del 50% de acciones

Utz Claassen y Robert Sarver, el sábado en el palco del Martínez Valero de Elche. LOF

El Real Mallorca escribirá hoy un punto y aparte en sus cien años de historia. Utz Claassen y Robert Sarver se han citado hoy en una notaría para formalizar un cambio de propiedad, el segundo en un año después de que el alemán y su esposa reunieran el 98 por ciento de los títulos. Esta operación, fraguada desde hace meses, suscita todavía muchos interrogantes. DIARIO de MALLORCA responde a algunos de ellos.

¿Quién es Robert Sarver y quién le acompaña?

Nació en 1961 en una familia judía en Tucson (Arizona). Amasó su fortuna en el sector de la banca desde que con solo 23 años fundó el Banco Nacional de Arizona. A día de hoy ostenta el cargo de ‘Chairman and Chief Executive Officer’ (Presidente y Director Ejecutivo) del Western Alliance Bank. Adquirió los Suns en la primavera de 2004 y enseguida se convirtió en uno de los personajes más carismáticos de la NBA. Trató de vincularse al fútbol español invirtiendo en el Levante y en el Getafe, pero no se cerró ningún acuerdo.

Sarver capitanea un reducido grupo de inversores, todos norteamericanos, en el que figuran Steve Nash, exjugador de la NBA, y un multimillonario estadounidense heredero de una gran fortuna. Ambos invertirán dinero; más allá de eso, se desconoce qué grado de compromiso adquirirán con el proyecto. Se sabe que Nash seguirá residiendo en San Francisco y Sarver en Phoenix, por lo que no podrán implicarse en el día a día de la entidad.

¿Por qué quiere invertir en el Mallorca?

Dicen de Robert Sarver que no le gusta demasiado el fútbol - ‘soccer’, tal como se conoce en Estados Unidos-, y no esconde su desconocimiento de la Segunda División española. Su interés se centra en exportar el modelo de ‘merchandising’ de la NBA, uno de los más desarrollados del mundo, a un club de fútbol profesional. El norteamericano está convencido de que puede multiplicar los ingresos de la institución bermellona.

Los casi 21 millones de euros que recibirá hoy la entidad son un buen punto de partida para que los números cuadren, pero Sarver quiere que el Mallorca sea capaz de generar ingresos propios.

¿Los 21 millones de euros de la ampliación irán a la tesorería o Claassen cobrará una parte?

Los casi 21 millones de euros de la ampliación de capital irán a la tesorería del Real Mallorca íntegramente. Utz Claassen no cobrará un euro, según fuentes consultadas por este diario, y no acudirá a la ampliación con ninguna cantidad, por lo que sufriría una pérdida notable de dinero teniendo en cuenta que hace un año pagó entre siete y ocho millones a los anteriores accionistas para reunir el 98 por ciento del capital. El germano conservará un porcentaje de acciones, aunque se desconoce qué cantidad.

De este modo, el club disfrutará de una solvencia sin precedentes en la última década. Esta inyección de capital tendrá un efecto inmediato durante el mercado de invierno que se abre hoy, ya que el club dispondrá de 1.954.000 euros para reforzar el primer equipo. Una cifra astronómica para las cantidades que se manejan en Segunda División.

¿Cuánto tiempo seguirá vinculado Claassen al club?

Por tiempo indefinido. Aunque ya no será el propietario, se mantendrá como accionista, consejero y presidente. En las conversaciones entre Sarver y Claassen no se han establecido plazos y el alemán tiene la intención de formar parte del nuevo proyecto durante los próximos años.

El alemán seguirá teniendo además un poder ejecutivo porque mantendrá el cargo de presidente del Consejo de Administración. En los estatutos del club no se contempla la figura del presidente institucional o de representación que sí existe en otros clubes.

¿Claassen seguirá supervisando el día a día de la entidad?

No es su deseo, al menos a medio plazo. El alemán está cansado después de un año compatibilizando sus responsabilidades en el Mallorca con sus negocios. La idea, compartida por Sarver, es contratar a un ejecutivo que esté todos los días en Son Moix gestionando los asuntos ordinarios de la entidad. Sería un director general con plenos poderes, un perfil similar al que tenía Mateu Alemany en el club hace varios años.

De hecho, la contratación de ese ejecutivo forma parte de un ambicioso plan para profesionalizar un club que este último año apenas ha cambiado. La transformación afectará especialmente al área de márketing.

¿Algún accionista superará el 50 por ciento del capital?

No. En los términos del acuerdo entre los futuros accionistas figura que ninguno superará el 50 por ciento de las acciones. Esto significa que técnicamente no habrá un propietario; sería más exacto hablar de un accionista mayoritario, que con toda seguridad será Sarver.

La nueva filosofía que presidirá la entidad va en consonancia con lo que siempre ha defendido Claassen: que se puede gestionar una sociedad sin que nadie tenga una mayoría accionarial clara que le dé casi todo el poder.

De este modo, la entidad balear volverá a una estructura accionarial similar a la que existía cuando Serra Ferrer y su grupo -incluido Claassen- desembarcaron en el Mallorca sin que ninguno sumara más del 50 por ciento de los títulos. Aquello acabó siendo un campo de batalla, pero Claassen y los nuevos inversores creen que la fórmula funcionará.

¿Va a haber una revolución inmediata en la entidad?

Todo indica que no. Se realizarán cambios en el organigrama de manera progresiva, aunque en los próximos meses en el organigrama del Mallorca deberían figurar varios profesionales de confianza de los nuevos inversores.

Hay muchas dudas sobre lo que sucederá con Miquel Àngel Nadal y Pepe Gálvez. El director deportivo podría estar cerca de terminar su etapa en el Mallorca, pero no será antes de que finalice el mercado de invierno el 31 de enero. En cuanto a Gálvez, Claassen confía en él, pero habrá que ver qué dicen sus socios.

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