Pepe Gálvez mostró su decepción por haber tenido los problemás habituales de la temporada y que provocaron que el Mallorca solo pudiese empatar. "Es un sabor agridulce. La primera parte ha sido más igualada, pero nos ha costado llegar. En la segunda, hemos rectificado, hemos ido a mejor, presionando y con más posesión de balón, pero hemos perdonado. He contado hasta seis ocasiones claras. A nivel general, estoy contento porque el equipo se esfuerza, pero falta acierto. Creo que podemos ganar partidos", aseguró el mallorquín.

El entrenador advirtió que el equipo ha mejorado en el juego, pero sigue cometiendo los mismos fallos arriba. "Es el déficit de toda la temporada. Tenemos falta de acierto en ocasiones. Nos ha faltado un poco más de suerte pero no es excusa. Todos debemos afinar más. El fútbol que generamos es bastante atractivo, defensivamente el equipo está cumpliendo. Sin embargo, a veces no tomamos buenas decisiones y nos falta calidad en la definición", reconoció.

Sobre la posibilidad de que el de de ayer fuese su último partido como técnico del Mallorca, Gálvez defendió su trabajo. "Veremos las decisiones que se toman. Estoy contento con el trabajo que he realizado. En ningún partido hemos sido inferiores. Ahora valorarán lo que he hecho, pero tengo la conciencia tranquila", indicó el técnico.

Sobre la presencia de Robert Sarver y de su hipotética vinculación con el Mallorca, el de Calvià quiso estar al margen. "Me estoy enterando ahora. El equipo no lo sabía. Estamos aislados en este tema. No depende de nosotros. Lo que pueda suceder fuera, no se puede manejar. Lo único que quiero es dejar al Mallorca en la mejor situación", destacó el entrenador mallorquinista.