Mientras otros clubes de la Liga Adelante siguen reforzándose para ser más competitivos, el Mallorca vuelve hoy al trabajo con los mismos futbolistas que se fueron de vacaciones. Lo ideal sería que Pepe Gálvez ya tuviera bajos sus órdenes a alguno de los fichajes que el propio club ha reconocido que realizará. No están las cosas en Son Bibiloni como para ir perdiendo el tiempo, aunque la tardanza se quiera justificar con el argumento de siempre: "No hay que precipitarse". Por supuesto que no pueden equivocarse, faltaría más, pero sería recomendable no tener que esperar al cierre del mercado, en la noche del 31 de enero, para apostar por un futbolista u otro. Está claro que no se puede exigir que todos las incorporaciones estén en la isla hoy mismo, si me apuran mañana tampoco, pero el intenso trabajo propio de estas fechas ya debería estar adelantado. No importa que el que llegara no pudiera debutar en Elche, pero la adaptación debería ser lo más rápida posible. Lo que es innegociable es que los refuerzos deben estar preparador para rendir desde el primer minuto, sin excusas, porque de lo contrario mejor que se queden en su casa y el club se ahorre un papelón más. Para reclamar buen nivel lo mejor es que se elijan futbolistas contrastados, aunque precisamente de esos hay muy pocos libres a mitad de temporada. El verdadero trabajo de Nadal y Fuentes es acertar porque está claro que la cantidad, como se ha demostrado este verano con las quince incorporaciones, no es sinónimo de éxito.
