Tocará remangarse en enero para reestructurar una plantilla cogida con pinzas y que tiene en su falta de capacidad competitiva su gran talón de Aquiles.
Resulta cuanto menos paradójico que de los quince llegados en el mercado veraniego al Mallorca, quienes más han sobresalido o destacado -aunque quizás habría que decir 'cumplido' con sus funciones- sean los defensas y el portero. Máxime cuando el equipo ha sufrido atrás más de la cuenta, principalmente por despistes o falta de contundencia. Y también por algún error impropio de profesionales.
En el centro del campo sale casi un aprobado general. Es verdad, ayer no tenía ganas de discutir con mi compañero... Es Navidad y no sentimos generosos, bondadosos. Aceptaremos el interés mostrado por los futbolistas y las ganas de querer jugar al fútbol, pero es que en Segunda se necesita más personalidad y, sobre todo, más desparpajo, arriesgarse.
El ataque. Sin duda, un fracaso en la elección de los futbolistas y en la gestión del equipo. Al menos por parte del Chapi Ferrer, que llegó a poner solo a Brandon en punta. Por cierto, mención aparte para el canterano. Y para Damià, que va en el mismo paquete: son de lo poco interesante -junto a otros novatos como Costas y Timon- que tiene esta plantilla.
Y llegado el caso de valorar al director deportivo, otro suspenso. Igual que para el dueño, porque no supieron acertar con el entrenador y ahora tampoco se deciden con Pepe Gálvez. Tocará trabajar en enero. Y mucho.
