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Minuto 91

No era tan fácil, señor Claassen

Claassen y Nadal

Acabó el que posiblemente haya sido el peor año en la historia reciente del Real Mallorca. Y se ha llegado a esta situación de la mano de Utz Claassen, presidente y accionista mayoritario de la entidad. Y, como tal, es el principal culpable de la degradación en que sigue sumido el club. Si antes todos los palos recaían en Serra Ferrer, con toda justicia, es lógico que ahora el que se los lleve sea Claassen, artífice de que se haya instalado la paz social en el club, pero culpable de no haber sabido revertir una situación deprimente. Un año después, la vida sigue igual (de mal) para el Mallorca. Y no vale apelar a la herencia recibida, de la que, por otra parte, él formaba parte. Se hizo con la mayoría accionarial porque quiso y asumiendo pros y contras. No cabe el derecho al pataleo.

Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces es una expresión que va que ni pintada a Claassen. En el anterior Consejo, como ´jefe de la oposición´, reclamaba transparencia, una cualidad que, con él al frente del club, brilla por su ausencia. La ampliación de capital de 21 millones sigue siendo todo un misterio. ¿Por qué, si es el dueño absoluto del club? ¿Quién o quiénes serán los nuevos inversores? ¿Seguirá siendo el accionista mayoritario? Es verdad que el club es suyo y con su dinero hace lo que quiere, pero son demasiados los interrogantes sin aclarar.

No puede quejarse el alemán del trato recibido por una afición que parece perdonarle todo. Los focos van dirigidos hacia el equipo, confeccionado por otro lado por él mismo y su idolatrado director deportivo Miquel Ángel Nadal, con los resultados a la vista de todos. La falta de autocrítica ha presidido su mandato hasta el momento. Su discurso la semana pasada en la comida de los veteranos del club fue el mejor ejemplo de que vive en un mundo irreal. Con el equipo en descenso -aunque ayer salió por los pelos- se atrevió a decir, para sorpresa de todos los presentes, que el Mallorca es uno de los dos equipos de la categoría que mejor juegan al fútbol. Vivir para ver. Alguien tendría que decirle que por este camino va equivocado. Pero puede que uno de los problemas radique en su entorno, tóxico. No hay nadie que se atreva a reprocharle ninguna de sus decisiones, lo que por otra parte no debe ser fácil en una persona que parece admitir pocos errores. Ni que le aconseje no exponerse tanto, ni que juegue a técnico. Cuando se le escuchaba criticando la gestión de su antecesor parecía que tenía en su poder la varita mágica para resolver todos los problemas. Pero se ha demostrado que no. Ha comprobado Claassen de primera mano que una cosa es estar tras la barrera y otra muy distinta ponerse al frente del cotarro. A la espera de ver lo que pasa a partir del 4 de enero, mejor que se centre en hacer lo posible y lo imposible por mantener al equipo en la categoría, porque seguir mentando el ascenso suena a chiste de mal gusto.

Guardiola y Mourinho. Al final el fútbol acaba siendo justo. El modo en que Guardiola y Mourinho dejan el Bayern y el Chelsea, respectivamente, es la mejor prueba. El catalán, camino de su tercera Bundesliga, lo hace por decisión propia; el portugués, echado por un Abramovich harto de ver hacer el ridículo a un equipo plagado de estrellas liderado por un técnico pagado a precio de oro.

Hay futuro en Munar. Con su subcampeonato de España, el tenista de Santanyí ha cerrado un año para enmarcar. A sus 18 años está demostrando que puede hacerse un hueco en el tenis profesional, lo que no es poco. Luego, ya se verá.

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