El propietario alemán y su esposa, Annette, presidieron ayer el almuerzo de los veteranos del Real Mallorca que cada año se celebra antes de las fiestas navideñas. El alemán se refirió al esfuerzo que tuvo que hacer para paliar las dificultades económicas que se encontró al asumir el control del club -"con el dinero que había, en el primer partido solo podrían haber jugado dos jugadores y medio"- y rebajó notablemente las expectativas del equipo este curso: "La perspectiva es salir del descenso, acercarse a las posiciones de arriba y quizás luchar por el ´play-off´. Recortar ocho puntos en 25 partidos no es tanto". También pidió "apoyo" para Pepe Gálvez y Alfonso Pérez.