01. Entramado defensivo

Es posiblemente su mayor legado tras su paso por el Mallorca y lo más positivo para sus sucesores. Como defensa que fue, y de los buenos, Ferrer llegó con la consigna de frenar la hemorragia de goles que el equipo encajaba temporada tras temporada. Para ello le renovaron la zaga de arriba a abajo, y Timon, Company y Campabadal, Costas, Aveldaño y Oriol han respondido. Más de un punto de los quince que suma el equipo es gracias a la solidez defensiva.

02. Claassen toma posesión del vestuario

Ferrer nunca debió permitir que el presidente entrara en el vestuario. Y si lo hizo fue porque el propio técnico se lo pidió, para que trasladara a los jugadores un mensaje de confianza. Alguien debió decirle que este gesto, para Claassen, es un mensaje de inseguridad del entrenador. Ya lo lamentó cuando cuando tuvo que hacerlo en la etapa de Miquel Soler. Una semana después de transmitir "un mensaje de confianza y exigencia", Ferrer deja de ser el entrenador del Mallorca.

03. La excusa permanente

Si por algo será recordado Ferrer es por su falta de autocrítica tras las derrotas. Causaba perplejidad en las ruedas de prensa por sus palabras, siempre alejadas de la realidad. Donde la mayoría veía partidos mediocres del equipo, como reflejan los resultados, él transmitía un discurso vacío, el de "los goles llegarán", "hemos hecho un partido muy completo" o "hemos disfrutado de ocasiones claras". Ocasiones, la verdad que pocas, que casi nunca acababan en gol.

04. Oportunidades a los jóvenes

Chapi ha sido valiente al haber apostado por jugadores jóvenes. Timon, de 19 años, y Brandon, de 20, le recordarán siempre como el entrenador que les dio la oportunidad de asentarse en el fútbol de élite. Es verdad que el guardameta alemán llega cedido del Schalke 04, pero era el tercer portero. Y Brandon se convirtió en el jugador preferido del catalán por su calidad y entrega.

05. Ataque desmotivado

Ha sido la principal causa de su despido. La falta de gol ha condenado a Chapi. Es verdad que ha tenido mala suerte con las lesiones de Brandon y Acuña, pero no ha sabido sacar el mejor rendimiento de Coro y Bianchi, al que, pese a que en teoría era el referente en ataque, le ha relegado a la suplencia más de una vez. Al técnico le ha faltado ambición para buscar el gol, obsesionado en no encajarlos.

06. El cuerpo técnico más numeroso

Gálvez, Alfonso, Sánchez Jara, Miki Garro y Marc Huguet. Este es el cuerpo técnico que ha acompañado a Ferrer en su corta aventura en el Mallorca. Un equipo técnico más propio de un club de élite europeo más que de uno de Segunda. No ha servido de nada.

07. De equipo de ascenso a equipo de salvación

El paso de Ferrer por el Mallorca ha conseguido que se produzca un cambio psicológico: pasar en tiempo récord del objetivo del ascenso al de la salvación. Las tres victorias, todas por la mínima ante equipos condenados a luchar por evitar el descenso, y las seis derrotas, han podido con el ánimo de los mallorquinistas más acérrimos. Incluso del entusiasta Claassen, quien, aunque no habla de salir de las plazas de abajo, tampoco lo hace del ascenso, convertido ahora en una quimera.

08. Un Nadal indemne

Pese a que, junto a Claassen, Nadal es el principal responsable de la confección de una plantilla creada para ascender, Ferrer ha tenido el don de concentrar todas las críticas hacia su persona y dejar intacto al director deportivo, al que cada vez le costaba más tirar balones fuera cuando era interpelado por Chapi. Nadal no ha dado ninguna explicación de la pésima situación del equipo, ni tan siquiera cuando abandonó son Bibiloni después de que fracasara en su intento de mantener en el puesto a su amigo.

09. Escaso protagonismo en los fichajes

Ferrer ha tragado con todo lo que le han fichado, aunque desde el club y el propio Chapi se haya vendido que los refuerzos han llegado de forma colegiada. Si así fuera, no se entiende cómo ha podido dar el sí a los brasileños, inéditos y en paradero desconocido.

10. La dificultad de encontrar otro punto que defina su trayectoria

Ferrer será recordado como un técnico relámpago en los cien años de historia del club. Un buen tipo devorado por los malos resultados y que nunca supo cómo darle la vuelta a una situación que le superó.