Pau Cendrós y Joselu vuelven el sábado a Son Moix para enfrentarse al Mallorca, el club que les despreció el pasado verano. Ambos con contrato en vigor, la llegada de Ferrer, que contó con la complicidad del director deportivo Miquel Àngel Nadal, supuso su despedida a la entidad mallorquinista. Dolorosa en el caso de Cendrós, mallorquín y mallorquinista, que se sintió dolido al considerar que el club no se portó de la mejor manera. Sorprendente en el caso de Joselu, por su calidad contrastada.
La salida de Cendrós se coció a fuego lento. El mallorquín, uno de esos jugadores que siempre son necesarios en un vestuario por el optimismo que transmiten, empezó a cavar su fosa el 11 de abril. Aquel día el Mallorca jugaba un partido trasncendental ante el Racing en la pelea por la permanencia. El duelo acabó de la peor manera, con dos errores cometidos prácticamente de manera consecutiva por Riera y el propio Cendrós, que en el último minuto cedió el balón a su portero con la mala suerte de que el esférico se introdujo en la portería de Cabrero. Aquel error le costó estar un mes en la nevera por parte de Miquel Soler. Al término del partido, con los nervios a flor de piel por que la posibilidad de descenso era cada vez más real, Nadal culpó a sus futbolistas de cometer "errores gravísimos" que condujeron a "goles infantiles e injustificables", en un claro mensaje a Riera y Cendrós.
El hecho definitivo que condenó al defensa mallorquín fue su boda pocos días antes de comenzar la pretemporada. Avisó al club de que se presentaría a la concentración con varios días de retraso, lo que provocó la indignación en el cuerpo técnico y en el presidente Claassen. Fue el motivo que le faltaba al club para decidir prescindir de sus servicios. "Por cosas como esta hemos estado a punto de descender a Segunda B", le dijeron al jugador, que hasta mediados de agosto no resolvió su futuro fichando una temporada por el Lugo. El Mallorca le pagó 35.000 euros para romper el año de contrato que le quedaba.
La salida de Joselu no fue por motivos disciplinarios, sino porque Ferrer consideraba que, con los refuerzos realizados -Acuña, Joselu, Bianchi y Coro, más Pereira, y Brandon- tenía bien cubierta la zona ofensiva. Viendo que apenas iba a contar con minutos, decidió hacer las maletas y fichar por el Lugo, donde las cosas no le van mucho mejor. Taponado por Caballero y Jonathan Pereira, Luis Milla apenas le ha concedido 233 minutos repartidos en cinco partidos, solo dos de ellos de titular. El 28 de agosto, con la Liga comenzada, rescindió el contrato con el Mallorca y dejó un mensaje para el que lo quisiera entender: "No quiero estar en un sitio en el que no me quieren".
Cendrós, que será titular el sábado, y Joselu, que empezará en el banquillo, encontrarán a pocos jugadores de su etapa rojilla. Se fueron con la mosca tras la oreja y tendrán ganas de desquitarse.
