El Real Mallorca afronta hoy un desplazamiento francamente comprometido. Albert Ferrer desconfía de un Osasuna anárquico y vigoroso en ataque, y de un estadio -El Sadar- que empuja a su equipo en momentos de vacilación. En conjunto, no parece la mejor coyuntura para que el conjunto bermellón, en descenso tras el triunfo del Tenerife en Albacete, se adjudique su primera victoria a domicilio de la temporada.

El Chapi se presenta en Pamplona con las bajas de sus dos hombres más determinantes en defensa y en ataque -Timon, convocado con su selección, y Brandon, lesionado-, a los que el viernes se sumó Company, renqueante después de sufrir un problema en los isquios durante el entrenamiento del jueves.

La ausencia del mallorquín ha abierto la puerta de la convocatoria a Joan Sastre, cuya polivalencia -puede jugar como lateral o extremo en ambas bandas- da serias opciones al canterano de debutar en Liga.

Espera un Osasuna que presentará hasta cinco novedades en el once, algunas de ellas por decisión de un Enrique Martín que busca un revulsivo para que su equipo recupere la frescura y la intensidad de las primeras jornadas. Loties, Milic o Martins, hasta ahora actores secundarios, tratarán de meter otra velocidad a un conjunto pamplonés que únicamente ha logrado una victoria en las últimas cinco jornadas. Pese a todo, los navarros son terceros y están a solo dos puntos del líder Córdoba.

Al Mallorca le sigue acomplejando lo de siempre: la falta de gol. Los bermellones son el equipo menos efectivo de la categoría -siete dianas en doce jornadas- y se mantiene a flote gracias a un sistema defensivo extraordinariamente sólido.

Ferrer busca la fórmula para que el equipo tenga mucha presencia en el área rival sin menoscabar una zaga casi inexpugnable. Una semana más Bianchi captará casi toda la atención. El italiano solo se reivindicará con goles. Y después de doce jornadas se está confirmando como una de las grandes equivocaciones del mercado de verano. También Coro necesita con urgencia empezar a justificar su fichaje.

Si Martín puede tirar de fondo de armario para tratar de darle otro aire a Osasuna, Ferrer se plantará en El Sadar con lo justo. Cabrero protagonizará su tercera titularidad, Campabadal podría volver al lateral y solo está la duda de si Sastre entrará en el once de inicio. El Mallorca se consuela porque pese a sus pobres números, le beneficia una competición extraordinariamente igualada. Los rojillos ya están en descenso y a cuatro del ´play-off´, lo que admite varias lecturas.

Sí está claro que una derrota esta tarde en El Sadar volvería a abrir brecha con la zona alta de la tabla y devolvería el nerviosismo a un vestuario que no acaba de arrancar.