El Real Mallorca se ha blindado en lo posible para evitar una salida prematura de su perla. O para cobrar una generosa indemnización en caso de que Luka acabara por jugar con otra camiseta. En Son Bibiloni prefieren no entrar en detalles, pero desvelan que el joven jugador tiene ocho años de contrato, hasta la edad juvenil, un hecho insólito para un alevín.
"No podemos ofrecer lo que el Madrid o el Barça, pero tanto la familia como el jugador saben que cuentan con todo nuestro apoyo. Y también saben que aquí Luka tendrá más fácil llegar a la élite porque le valoraremos mucho más en todas las categorías en las que juegue. Cuando eran pequeños también parecía imposible que Brandon o Marco se quedaran, pero lo hicieron", apuntan en la Ciudad Deportiva.
Diego Romero, padre de Luka, tiene clara la prioridad: "Vamos siempre a Son Moix a ver jugar al Mallorca. Siempre dice que quiere jugar en ese estadio".