El Mallorca va a afrontar las cuestas más duras de la temporada justo cuando necesita escalar puestos en la clasificación lo antes posible. Una paradoja que llega obligada por el nefasto inicio de campeonato, que le exige elevar el nivel ante rivales de postín. Recibe este domingo al Almería, visita al incómodo Leganés, para después enfrentarse en Son Moix al Zaragoza y viajar a Pamplona para medirse al líder Osasuna. Un calendario muy exigente, mucho más que el del arranque liguero que tan mal se ha resuelto.
La diferencia es que el Mallorca ha mejorado sustancialmente su imagen en las tres últimas semanas, aunque eso no le ha valido para salir de los puestos de descenso. Eso sí, acumula tres partidos consecutivos sin perder -dos empates frente al Oviedo (1-1) y Mirandés (2-2) y una victoria ante el Llagostera (1-0)- que le han inyectado cierta autoestima para el futuro inmediato.
El Almería, diseñado para ascender, comparte puestos de descenso con los bermellones. Los andaluces, con una de las plantillas más millonarias de la Liga Adelante, llegan este domingo con nuevo entrenador. El catalán Joan Carrillo debe enderezar lo que torció Sergi Barjuán, un aspecto que jamás jugará a favor del Mallorca si se tiene en cuenta el tradicional golpe de efecto que produce en las plantillas la presencia de un nuevo 'jefe'. Nadie duda de la calidad del plantel de los almerienses, pero su conjunción como equipo es lo que les ha metido en problemas. En Almería siguen pensando en el ascenso directo y eso pasa por empezar a recuperarse el domingo en la isla.
Otra piedra que se le presenta en el camino a los bermellones es el Leganés. Los madrileños también están llamados a estar arriba, aunque han cuajado un inicio un tanto irregular, aunque solo han perdido dos de los nueve encuentros. En Butarque no conocen la derrota, aunque de los cinco duelos que han disputado han ganado dos y han empatado los otros tres. Los de Ferrer tendrán una buena ocasión para seguir sacando petróleo lejos de Palma, tal y como ya hizo en el Carlos Tartiere y Anduva.
Sin embargo, lo más complicado de este particular tramo llega en los dos siguientes encuentros. Sin discusión. El Mallorca recibirá a un Zaragoza al alza, al menos de momento, ya que se ha colocado en la tercera posición después de un flojo inicio. Los de Popovic, que estaba muy discutido, han cogido la directa hacia los puestos altos después de sumar tres triunfos en cuatro jornadas. De hecho, los maños todavía no saben lo que es perder a domicilio, algo que añade más dificultad al reto de los isleños, que el 15 de noviembre viajarán a Pamplona para medirse al temible Osasuna.
Los navarros son los líderes de Segunda División después de mostrarse muy sólidos, sobre todo en El Sadar, donde ha ganado cuatro de los cinco partidos que han disputado. Un escenario de prestigio que no invita al optimismo, pero que en el caso de éxito supondría un sensacional dosis de credibilidad para el Mallorca. Es la hora de la verdad.
