El Mallorca está obligado a continuar esta línea ascendente que inició hace dos semanas en Oviedo. Allí empató, pero los bermellones experimentaron una mejoría, sobre todo en cuanto a su juego, intensidad y descaro, que posteriormente arrancó los aplausos del público de Son Moix en el triunfo ante el Llagostera del pasado domingo (1-0). Está claro que Anduva será otra historia esta tarde, pero el camino a seguir ya está marcado. Y mucho más ahora, cuando se deben dejar los experimentos a un lado y tratar de prolongar lo que funciona.

El grupo de Albert Ferrer necesita una importante dosis de credibilidad, ya no solo para salir de los puestos de abajo tras este decepcionante inicio, con apenas ocho puntos en ocho jornadas, sino para dejar claro que está para cotas más altas. Por eso ganar al Mirandés, que vive una semana triunfal tras golear al Elche (1-4) y apear en la Copa del Rey al Oviedo (2-3), evidenciaría que esta reacción no ha sido un espejismo.

El sistema por el que ha apostado Chapi, tan defensivo sobre el papel, es el que le está facilitando mostrarse más sólido atrás y, curiosamente, está posibilitando que se produzcan muchas más llegadas al área rival. Otra cosa es la falta de pegada, un asunto que debe resolverse lo antes posible a base de goles, por mucho que suene obvio.

No obstante, un escenario tan poco glamouroso como Anduva, que invita a la pelea, parece el ideal para mantener un centro del campo tan poblado, con Yuste y Sissoko guardando la espalda a Javi Ros y, acompañado en las bandas por Arana y Campabadal, que repetirá una semana más como extremo. De hecho, la banda derecha formada por los dos laterales de la plantilla está resultando uno de los grandes aciertos del preparador catalán. Biel Company, que está a un enorme nivel, se muestra tan seguro en la zaga como atacando con el ex del Córdoba como acompañante. Quizá hoy el de Maria de la Salut deberá tener más precaución, pero es una opción muy válida para sorprender al adversario. Eso sí, el que está llamado a hacer daño es Bianchi, que debe encontrar el premio lo antes posible a su enorme esfuerzo. Su capacidad de trabajo es innegable, pero a un delantero de referencia hay que exigirle goles y, de momento, el único que ha marcado no sirvió para nada en San Mamés. Timon, que ya regresó tras disputar dos encuentros ante Finlandia e Islas Feroe con la selección alemana sub-21, presumiblemente será la única novedad de un once que se completa con los centrales David Costas y Aveldaño y el lateral izquierdo Joan Oriol. Ferrer también recupera a Brandon, que se quedará en el banquillo, y dejó en Palma a los lesionados Moutinho y Acuña y a Fofo, Truyols, Hugo Gomes y Tobias por decisión técnica.

El Mirandés, uno de los clubes más modestos de la categoría, presume de doce puntos en la tabla y de una enorme tranquilidad. El artanenc Abdón Prats, que marcó un triplete el miércoles en el torneo del KO, es una de las amenazas de los burgaleses, que tienen a Lago Junior como su gran estrella. Sin embargo, ya se sabe. El gran valor del adversario de los baleares es que va a plantear un encuentro duro, una verdadera guerra, de la que el Mallorca tiene que salir airoso. Más le vale. Hay mucho en juego y no es un momento para ser tibios.