Surgido del histórico Relojería Calvo, Santi Miralles vive su primera experiencia como máximo responsable técnico del Mallorca de División de Honor juvenil. Antes trabajó con éxito en la selección balear juvenil, desde donde dio el salto al Infantil B para ser el ayudante de Javier Olaizola. Tras un breve paréntesis en el Real Zaragoza -le hacía los ‘scoutings’ al técnico del primer equipo, Manolo Jiménez- y dos campañas en el San Francisco, coge las riendas del juvenil bermellón.
-Tiene al futuro del Mallorca en sus manos.
-Seguramente. El fútbol está atravesando una fase en el que las canteras son muy importantes. Desde que estoy en el Mallorca, siempre se ha tenido muy en cuenta el trabajo de formación, siendo la etapa de juvenil la de alto rendimiento. Y todo es consecuencia del trabajo individual que se hace con ellos, del trabajo colectivo que se hace en equipo con ellos, y en este sentido, el club trabaja mucho en ello.
-El jugador que llega al División de Honor Juvenil, ¿es consciente de que es un privilegiado?
-Sí que lo es, sobre todo cuando se lo recuerdas. Ellos saben que han tenido que pasar por muchas fases y en diferentes categorías. Hay muchos jugadores que vienen desde el Infantil B y eso ya es muy importante. Ellos son conscientes de que han llegado a un momento muy importante, ya que esta es una etapa muy complicada, y no dejan de ser chicos jóvenes.
-De este juvenil hay jugadores que apuntan alto.
- R: En el club hay un objetivo común: dar pasos por adelantado y que el jugador suba escalones lo antes posible. Un objetivo inmediato es poder hacer jugadores lo más rápidamente posible en el día a día para que puedan jugar en el filial si ellos lo necesitan.
-¿Cuál es la metodología de trabajo que siguen en común los entrenadores del fútbol base del Mallorca?
- R: Aquí hay diferentes fases, con tres etapas, en las que la corrección está por encima de todo. Todo es metódico. Hay una estructura montada, con unos entrenadores con unos perfiles para trabajar sobre unas bases, todos han de sumar, teniendo en cuenta que esto es el Mallorca, con los recursos de que disponemos.
-A usted le ha llegado una gran oportunidad.
-El trabajo nos lleva de un sitio a otro, y la suerte es que uno pueda llegar. He tardado diez años, en dos de ellos sí que he estado en División de Honor juvenil, pero como ayudante. Llevo este reto con mucha ilusión, y más porque conozco esta casa y sabes los valores que supone ser entrenador de un División de Honor. Es un reto importante ya que es la última etapa de lo que es la formación de un jugador en sí. Y el día a día es importantísimo, la competición nos ayuda mucho, por lo que es un reto diario y competitivo.
-¿Cómo es esta categoría?
-La observo con mucho respeto. Esta temporada son cinco equipos de Balears, son cinco derbis que se han de jugar, lo cual es un estímulo más para el jugador. Estamos en el grupo catalán, cuyos equipos tienen un nivel competitivo en la base mucho más fuerte que el nuestro, más los equipos aragoneses, entre los que está el Zaragoza, que viene de un club de estructura profesional. Y por ello, la categoría es difícil, sobre todo cuando sales a jugar fuera, por tema de horarios y desplazamientos. Es exigente, tiene muchos condicionantes y el nivel competitivo es muy alto.
-Ahora son líderes, pero ¿cuál es su objetivo esta temporada?
-Con la dirección deportiva se ha cerrado que toca ser competitivos en todos los partidos, a nivel clasificatorio, está claro que se ha de quedar los más alto posible. Es un condicionante, y lo hemos de intentar. Nosotros trabajamos para quedar lo más arriba posible, y sobre todo competir muy bien en todos los partidos. Y en cuanto a la clasificación, nosotros metemos mucho la parte diaria, el entrenamiento. El día a día es fundamental para nosotros. Los valores reales son hacer una buena semana de entrenamientos, hacer un buen trabajo individual y colectivo, así como competir muy bien con los equipos contrarios. Ganar si podemos ganar, y sobre todo ir creciendo tanto a nivel individual como colectivo.
-A la educación deportiva también le dan importancia.
-Aquí se valora mucho el día a día, el entorno, los valores sobre todo, la parte personal del jugador. Hay un régimen interno y disciplinario del futbolista, que siempre ha existido, y lo llevamos a cabo. Creemos que la parte personal es muy importante para poder llegar al primer nivel.
