Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Con ocho ojos no basta

Si no hay Casera, nos vamos, decía el slogan. Si no juega Brandon, también. Puede que no sea el tuerto pero, con un ojo o los dos, es el único rey en el país de los ciegos y los cegatos. Unos abajo y otros arriba.

No siempre cuatro ojos ven más que dos. En el cuerpo técnico del Mallorca hay, como mínimo, ocho, y todo lo que se les ocurre ante la visita del único equipo de Segunda División que aún no había ganado ni un partido, es dejar fuera de la alineación inicial al futbolista más caro de la plantilla: Bianchi. Y no es que el italiano confirme las buenas impresiones de su debut en San Mamés, no; pero cuando no le marcas un gol ni al arcoiris chutando con un cañón, quitar delanteros no parece una buena idea. El jefe de la cuadrilla, Ferrer, o eso se supone, rectificó tras el descanso poniendo en entredicho su propia y mesiánica decisión.

Si no quieres taza, las huestes abanderadas por el admirado Leo Franco bajo los palos, le dieron taza y media al anfitrión. En Copa ganaron cero a dos y ayer lo hubieran repetido de no mediar el poste durante los últimos estertores de una confrontación digna de prolongar los placeres de una siesta. El portero argentino ha pasado ciento ochenta minutos de vacaciones en su querida isla.

Lo peor no es que se haya perdido frente a tres de los cuatro equipos nuevos en la categoría sino que, salvo cataclismo, ninguno de ellos luchará por otro objetivo que no sea el de evitar el descenso, muy lejos de lo que, sin argumentos, se ha vendido como la meta mallorquinista en el llamado año del Centenario.

En el fragor de la batalla recibí dos mensajes en mi telefóno móvil. En el primero de ellos, aproximadamente a la media hora, un amigo me escribió:

- Qué partido!

- Como todos, respondí

- Suplicio

- Tortura

Ya en la segunda parte un espectador distinto me inquirió: "¿A qué juegan en Son Moix?" Y ahí sí que me quedé en blanco. A bolos o petanca, quizás, porque aunque el Chapi no sea el único culpable, que nadie se engañe ni permita que lo hagan, la cuestión es que, en efecto, este Mallorca no se sabe lo que hace, ni siquiera lo que desea hacer.

Compartir el artículo

stats