Con el Monasterio de Lluc como testigo, el Real Mallorca se hizo la foto oficial de la temporada 2015/16 y Utz Claassen expresó su confianza en el equipo y su entrenador. La visita, atípica en un club que se deja ver muy poco fuera de los terrenos de juego, tuvo también un componente religioso en un año en el que está en juego un ascenso a Primera División.

El prior de Lluc, Ricard Janer, ofició de anfitrión en una visita en la que la expedición bermellona escuchó la interpretación de la salve a cargo de los 'blavets' de Lluc. Utz Claassen firmó en el libro de honor del Monasterio y realizó una ofrenda floral a la Virgen.

A continuación los futbolistas y los miembros del cuerpo técnico encabezado por Albert Ferrer se vistieron con la primera equipación y posaron para la foto oficial ante la escalinata que da acceso al recinto. Se ausentaron los brasileños Hugo Gómes y Luis Carioca, según el club ocupados resolviendo trámites administrativos.

"Los niños han cantado muy bien, mejor de lo que nosotros jugamos habitualmente. Ellos cantan sin fallos y para nosotros será difícil jugar noventa minutos sin cometer fallos", subrayó Claassen. Siguiendo con un tono jocoso, el alemán aseguró que en caso de "ganar por cinco goles" el sábado al Huesca, todos subirán a Lluc a pie. "Y si ascendemos a Primera, subiremos tres veces a pie", añadió.

Al menos en público, el presidente del Mallorca no se muestra preocupado por el mal arranque de un equipo que superadas las cinco primeras jornadas de Liga ocupa plazas de descenso. Y aprovechó la ocasión para ratificar a Ferrer en su cargo pase lo que pase el sábado. "Chapi tiene crédito y no vamos a tomar decisiones en base a lo que pueda pasar en los 90 minutos que dura un partido. Iván Campo va a muchos entrenamientos y está impresionado por la actitud y la intensidad que ve. Confío en que con el tiempo los resultados reflejarán la calidad que tiene el equipo", aseguró Claassen.

Tal como informó ayer este diario, el técnico tiene la confianza del presidente y de la dirección deportiva, y a día de hoy nadie en el club se ha planteado su destitución. El duelo contra el Huesca tampoco será una final para Ferrer porque, aunque se saldara con derrota, tendría al menos otra semana más de margen.

El alemán trató de restar dramatismo a la trayectoria del Mallorca, que solo ha sumado cuatro de los quince puntos en juego. "Como aficionado no soy feliz por la posición en la clasificación. Es verdad que hemos perdido contra tres equipos recién ascendidos y que solo hemos hecho un gol de jugada. Pero no hemos encajado en Son Moix y fuera de casa se observa una tendencia positiva. Como presidente, internamente tengo que exigir y criticar. Pero a nivel externo tengo que dar tranquilidad y confianza", argumentó.

Muy pronto ha empezado el conjunto bermellón con las urgencias. El Huesca, verdugo en la Copa del Rey, es uno de los proyectos más modestos de la categoría y aunque nadie se fía de su condición de colista, el Mallorca espera confirmar su fortaleza en Son Moix con la segunda victoria de la temporada.