La banda izquierda del Sóller queda huérfana del que ha sido su ilustre morador durante las últimas dos temporadas. A sus 33 años, Toni Lluís Adrover Colom 'Tuni', ha decidido que hasta aquí ha llegado su trayectoria en el fútbol, colgando las botas en el club en el que dio sus primeros pasos.

Su historia empezó en Sóller, pero tuvo en su trayecto un momento importante como fue su irrupción en el primer equipo del Mallorca, en el que aterrizó en las categorías de fútbol base para ya descollar en el juvenil de División de Honor, siendo pichichi del equipo.

Tras pasar por el Ferriolense -por aquel entonces, equipo vinculado al Mallorca- con el que dio sus primeros pasos en Tercera, su siguiente eslabón fue el Mallorca B. Con el filial rojillo jugó 43 partidos repartidos en dos temporadas, aunque en la segunda dio el salto al primer equipo de la mano de Gregorio Manzano (2002-03).

Se estrenó en el Bernabeú ante el Real Madrid, y formó parte de aquel histórico 1 a 5 a los merengues. Y su primer gol con el Mallorca se produjo en la última jornada frente al Málaga (1-0). Y además, formó parte del mayor éxito de la historia deportiva del Mallorca, la Copa del Rey en Elche.

Al año siguiente fue cedido al Salamanca, en el que adquirió rodaje y madurez. Al volver al Mallorca (temporada 2004-05), se encontró con Benito Floro, que lo probó de lateral izquierdo. Tras el cese del técnico asturiano llegó Héctor Cuper, con el equipo con un pie y medio en Segunda División. Tuni formó junto al recién ascendido Víctor Casadesus la dupla balear que activó al equipo en la media punta rojilla para que al final se obrase el milagro de la permanencia.

Tuni jugó más de cien partidos desde el 2004 al 2008, siendo además uno de los capitanes del equipo. Acabada la temporada 2007-08 - en la que solo jugó 16 partidos - el solleric fue nuevamente cedido, en este caso al Hércules, con el que jugó 37 partidos en Segunda, marcando tres goles.

A su vuelta a Mallorca, y cuando parecía que Manzano volvía a confiar en las opciones de Tuni, una acción sin aparente peligro en una sesión preparatoria destrozó los ligamentos cruzados anteriores de la rodilla derecha del solleric. Este hecho, que aconteció el 18 de marzo de 2010, fue el principio del fín de Tuni como futbolista del Mallorca. Su último partido como rojillo lo había jugado el 3 de enero de ese año frente al Athletic de Bilbao. Ya no volvió a jugar en son Moix. Sus posteriores destinos (Nàstic de Tarragona, Iraklis y finalmente Sóller, el club en el que se quería retirar) marcaron lo que fue su progresivo ditanciamiento de la primera línea deportiva.

Y pese a que estaba para jugar varios años más, su actual ocupación en la secretaría técnica del Mallorca provoca que tenga que colgar las botas al no poder compatibilizar obligación y devoción.