Desgraciado debut de Javier 'Torito' Acuña ante el mallorquinismo después de que el paraguayo coronara un flojísimo partido con una entrada salvaje sobre Casado. El delantero se consuela porque su expulsión, que dejó a su equipo más de media hora en inferioridad numérica, no varió un triunfo que llevaba mascándose desde la primera parte. Pero su acción puede dejarle varias jornadas en el dique seco si el Comité de Competición se pone estricto.
Corría el minuto 58 cuando Acuña entró a Casado con las dos piernas llevándoselo por delante. La acción no ofrecía dudas: expulsión. El futbolista de la Ponferradina tuvo suerte de levantarse y acabar el partido.
El colegiado Ocón Arraiz reflejó lo siguiente en el acta: "Realizar una entrada de frente a un contrario con uso de fuerza excesiva estando el balón en juego, derribándolo".
Lo normal es que el Mallorca recurra para tratar de moderar el castigo. En tal caso, seguramente expondrá como atenuante que Michael Pereira llevaba varios segundos tendido sobre el terreno de juego doliéndose de un golpe sin que ningún jugador de la Ponferradina transigiera en echar fuera la pelota.
El conjunto de José Manuel Díaz buscaba equilibrar el marcador y dejó lo que hubiera sido un gesto deportivo para otra ocasión. Tampoco el colegiado tiene potestad en estos casos para detener el juego. Hasta que Acuña decidió tomarse la justicia por su mano y se pasó de frenada.
No están siendo fáciles los inicios del paraguayo en el Mallorca. Un mes de entrenamientos desde que se incorporó al proyecto del Centenario no ha sido suficiente para ganar un rodaje que otros compañeros que llegaron al mismo tiempo sí tienen. Mientras estuvo en el terreno de juego se le vio pesado y falto de ritmo. Vivió siempre muy lejos de la pelota y de la portería rival, y solo se le recuerda un disparo a las nubes poco antes de que viera la roja.
El paraguayo debe ser uno de los puntales del equipo, pero necesita mejorar. Mientras, puede ser el turno de Bianchi.
