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Análisis

Al límite y con esos pelos

Debo ser un exagerado, pero que haya comenzado la Liga y hasta el lunes no se vaya a decidir qué hacer con unos chicos brasileños presentados a bombo y platillo hace apenas cinco o seis semanas, me parece muy grave. Sí, puedo entender que alguien anda a la caza y captura de dos jugadores más y quizás necesiten tener desocupadas las plazas de extracomunitario, lo cual no le quita un ápice de gravedad a tamaña inconsecuencia. Ferrer, en lugar de quitar hierro, ha añadido dudas. El equipo está para subir a Primera con brasileiros o sin, con Fofo y Joselu o sin, con Bianchi o sin, con más fichajes o sin. Claro que si vio cosas buenas el sábado pasado en el campo de Santo Domingo, frente al Alcorcón, tampoco es que vayamos a fiarnos mucho de su criterio salvo que demuestre lo contrario. Un hombre que le ha dicho a Joselu que quenta con él y a los dos días lo largan... bueno, en fin. El andaluz ha dicho que no se sabe muy bien quién manda aquí. Se equivoca. Creo que todos lo tenemos muy claro. Incluido el entrenador.

Scaloni es más argentino que el otro italiano. Cristiano Doni, que regenta un restaurante en Palma Nova, ha sido el mejor transalpino que ha pisado Son Moix. Con permiso de aquel central, Iuliano creo que se llamaba, que marcó un golazo en el campo del Alavés. Eran otros tiempos, otra Liga y otro club. Con que Bianchi salga como la mitad del primero el refuerzo habrá valido la pena. Respecto a su fichaje no es el mejor momento para entrar en determinados bosques. Mañana viene la Ponferradina y mejor no distraer con ciertas disquisiciones. Eso sí, ojalá con tanto trajín alguien no se haga un lío y el técnico se encuentre con que no tiene a dieciocho para cerrar la convocatoria.

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