El Real Mallorca trabaja a contrarreloj en la 'operación salida'. Faltan cinco días para el cierre del mercado de verano y la idea de la institución bermellona es rescindir a Agus, Assulin, Joselu y Fofo.

El club esperaba haber formalizado ayer la baja del israelí. Por la mañana estaba todo listo para la firma en Son Moix, pero el futbolista aplazó la cita.

La salida de Agus lleva tiempo estancada y será muy complicado que las dos partes lleguen a un acuerdo antes del próximo lunes. El central, que percibe una ficha de 235.000 euros, reclama 160.000 al club a cambio de renunciar al año que le queda de contrato. Una cifra que en la entidad balear consideran abusiva, por lo que las negociaciones están en punto muerto.

La intención de Agus es permanecer en la disciplina bermellona porque tiene el convencimiento de que en tal caso acabará teniendo minutos. De momento Albert Ferrer le ha dejado fuera de las convocatorias para los amistosos de pretemporada y el estreno liguero en Alcorcón.

En cuanto a Fofo, Utz Claassen ha pedido a la dirección deportiva que negocie su rescisión. Tal como publicó este diario el pasado lunes, el presidente está disgustado con la actitud y el rendimiento del futbolista. Sin embargo, el mediapunta no pondrá fácil su marcha.

En el mismo caso está Joselu. El andaluz lleva tiempo en la rampa de salida y en el club se considera que es necesario liberarse de su ficha para aumentar el tope salarial que impone la LFP.

A día de hoy la rescisión más cercana es la de Assulin. Los otros tres casos entrañan más dificultades porque sus respectivas nóminas son sensiblemente más elevadas.