El Real Mallorca alcanzó ayer un acuerdo con Pau Cendrós y Gai Assulin para rescindir sus contratos. El club pagará 35.000 euros al mallorquín y 15.000 al israelí para abandonar la disciplina bermellona. De este modo, la entidad balear se libra de dos futbolistas que no entraban en los planes de Albert Ferrer y hace sitio en la plantilla para cerrar alguna incorporación más antes de que el mercado de verano eche el cierre.
La salida de Cendrós se había convertido en un verdadero problema en la entidad balear. La dirección deportiva comunicó al lateral diestro a principios de julio que debía buscarse equipo al no contar en el nuevo proyecto, pero el mallorquín se enrocó exigiendo cobrar la totalidad del año que le quedaba de contrato, en torno a 120.000 euros.
Después de varias semanas de negociaciones en las que Cendrós tuvo que pasar por el mal trago de participar en la presentación de las camisetas y en el Ciutat de Palma, en la jornada de ayer ambas partes alcanzaron un acuerdo. El Mallorca pagará 35.000 euros al defensa, que tendrá vía libre para cerrar su fichaje por el Lugo, club con el que lleva días negociando y le ofrece dos temporadas.
En cambio la salida de Assulin no estuvo tan clara. El israelí convenció a Ferrer durante los primeros entrenamientos de la pretemporada, hasta el punto de que le incluyó en la convocatoria para jugar los dos amistosos en Holanda. El técnico le vio en acción, pero no quedó muy convencido. Assulin se quedó fuera de la lista para disputar el Ciutat de Palma, lo que presagiaba una salida inminente.
En este caso las negociaciones han sido más rápidas. En las últimas horas Dudu Aouate ha aparecido en escena para intermediar en la operación y el extremo se marchará a cambio de 15.000 euros (su ficha era una de las más bajas de la plantilla).
Los pasos del israelí podrían encaminarse al Hapoel Tel Aviv de su país, club que le trasladó un oferta el pasado mes de junio.
Impulso a la ‘operación salida’
Fue una jornada fructífera para agilizar una ‘operación salida’ que llevaba varias semanas atascada y que se había convertido en una prioridad para la dirección deportiva.
El capítulo de bajas, sin embargo, no está cerrado. El club también espera que Agus acabe abandonando la disciplina bermellona. Unos de los tres brasileños acabará en el filial porque no se pueden inscribir más de tres extracomunitarios. Y hay una serie de jugadores cuya continuidad dependerá de los fichajes que se concreten las próximas dos semanas.
